Es curioso: la PGR está dando un «festín» a la prensa con este caso, pero… ¿quiénes están detrás de la PGR? LOS PEORES CRIMINALES QUE PUEDEN EXISTIR EN ESTE PAÍS. Las cosas hay que tomarlas de quien vienen, así que CUIDADO: huele a venganza priista por algún favor no cumplido, o mejor aún, legitimación y simulación de «justicia» a través del escándalo mediático para ENGAÑAR A BOBOS. Esa anciana brutal debe pudrirse en la cárcel… Y CON ELLA TODO EL PRI(AN) DE SALINAS, ZEDILLO, FOX, CALDERÓN, PEÑA NIETO Y DEMÁS ASESINOS.
Patricia Dávila
La Jornada
MÉXICO, D.F. (apro).- La Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer extractos de las primeras 12 declaraciones de víctimas privadas de su libertad en la casa-hogar La Gran Familia o casa de Mamá Rosita, localizada en Zamora, Michoacán, donde sufrían abusos sexuales, físicos y psicológicos.
La PGR confirmó, en rueda de prensa, la condición y calidad de vida en las que cerca de 500 habitantes de esa casa eran forzados a vivir por parte de la fundadora, Rosa del Carmen Verduzco, conocida como Mamá Rosa o La Jefa.
Las declaraciones evidenciaron maltrato, abuso y privación de la libertad de los menores encontrados, que sobrevivían en condiciones inhumanas, entre fauna nociva en los dormitorios y espacios de alimentación, así como más de 20 toneladas de basura en su interior, informó Tomás Zerón de Lucio, director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
En conferencia, las autoridades difundieron algunos testimonios de las víctimas rescatadas ayer en el operativo federal.
La primera víctima aseguró que fue sometido a maltratos físicos, psicológicos y sexuales por parte de un hombre, a quien sólo conoció como El Sito, quien lo obligaba a realizarle sexo oral y, si se negaba, lo amenazaba con matarlo y extraerle los órganos para venderlos.
El testimonio de la segunda víctima destaca que le pegaban en la cara con varas que ocupaban en la clase de música, además de que un hombre le obligaba a darle sexo oral.
Agregó que, a modo de castigo, le encerraban en un cuarto conocido como “El Pinocho”. Este lugar, según las autoridades, mide escasos dos o tres metros cúbicos y era utilizado para dejar a las víctimas por periodos prolongados como castigo. Los encerrados no recibían comida ni agua, pero otros niños de la casa-hogar les llevaban víveres a escondidas y los pasaban a través de los barrotes.
El tercer testimonio presentado por las autoridades de la PGR describió el abuso físico al que una menor era sometida con una manguera en las piernas cuando incumplía órdenes. Dijo que un trabajador del albergue le proponía realizar actos sexuales a cambio de dinero.
En el caso de la cuarta víctima, declaró que fue retenida en el albergue contra su voluntad desde los 18 años. A partir de entonces fue abusada sexualmente por uno de los administradores hasta quedar embarazada.
Sin embargo, éste la golpeó en el vientre en diferentes ocasiones hasta provocarle un aborto. Ella confirmó que en el albergue los adultos golpeaban y abusaban sexualmente de los más pequeños.
La quinta persona aseguró que el comedor de La Gran Familia tenía un fuerte olor fétido, que les daban de comer fruta podrida, pan enlamado y alimento con cucarachas. También denunció que había abusos físicos con un palo de madera y que algunas personas sostenían relaciones sexuales con otros internos.
Una víctima más refirió que llegó con Mamá Rosa engañada porque ésta le ofreció liberar a su prima a cambio de que ella se quedara, pero cuando ingresó, ninguna de las dos pudo salir.
Entregaran testimonios íntegros a juez
La Agencia de Investigación Criminal, a través de los servicios científicos, continúa los exámenes de identificación de las víctimas –de ADN– y se espera que en breve se ofrezca mayor información a toda la opinión pública.
El titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, informó que las declaraciones de las víctimas serán puestas a consideración del juez “íntegramente” para soportar la acusación que formulará el Ministerio Público Federal contra las personas detenidas en el operativo.
Dijo que existen declaraciones en el sentido de que, a escondidas, algunos empleados del centro protegían a las víctimas. Por ello, señaló que ahora el trabajo es determinar quiénes eran esos protectores de los niños y quiénes los victimarios.
El procurador aseguró que “es evidente y claro” que se encontraron en el lugar las condiciones que implican la posibilidad de conductas delictivas muy serias.
“Para mí, las declaraciones de las víctimas tienen un peso sustancial en la integración de la averiguación y apenas vamos 12, nos faltan muchísimas más. También quiero decirles que hay diversas declaraciones verdaderamente que lastiman, que indignan, pero otras que salvan la buena fe, la humanidad de algunos de los que estaban ahí adentro, porque se convirtieron verdaderamente en protectores auténticos de estas víctimas. Tenemos que ser muy cuidadosos a la hora de determinar quiénes son los responsables, en razón de que hay héroes también dentro de este terrible y escandaloso asunto”, acotó.
También resaltó que hay casos que realmente alarman: “Algunas declaraciones que no tengo en la averiguación, pero que he oído en los medios, verdaderamente me preocupan, transacciones de una persona por otra, actas notariales en donde prácticamente adquieren la propiedad de los menores. Esta es una de las averiguaciones que más me ha impactado en el sentido de encontrar actitudes verdaderamente inhumanas”.
Rodrigo Archundia Barrientos, subprocurador especializado en Investigación y Delincuencia Organizada, dijo que durante el operativo fueron rescatados seis bebés, 154 mujeres y 278 hombres menores de edad, así como 50 mujeres y 109 hombres adultos.
El funcionario reconoció que se tiene duda de la edad de cuatro mujeres y seis hombres, debido al alto grado de desnutrición que presentan, por lo que se determinará su edad clínica probable practicando estudios médicos.
Dentro de este albergue para niños, que administraba Mamá Rosa o La Jefa –como se le conoce en Zamora–, se daba educación primaria, secundaria, preparatoria y licenciatura mediante el programa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Universidad de Guanajuato.
También se impartían distintas actividades como artes plásticas, talleres de alta costura, herrería, albañilería y música.
Entre los señalados por las víctimas como los agresores destacan Rosa del Carmen Verduzco Mamá Rosa o La Jefa; Felipe Serrano Gómez, El Kiro; Lourdes Verduzco Verduzco, La Gorda; David Verduzco Verduzco y/o David Rogelio Álvarez Murillo, El Rollo; Miguel Ángel Ibarra Valencia, El Chivo, El Maycon, El Michael o El Orejón; Rosa María Viveros, Maestra Rosa; Enrique Hernández, El Cito, y Claudia Priscila Solórzano Rodríguez, La Claudia.
El subprocurador Archundia Barrientos afirmó que los nueve detenidos realizan su declaración en instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, con personal de la PGR y la asistencia de defensores de oficio públicos federales. En breve se resolverá la situación jurídica de estas personas.