México, 18 de febrero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El movimiento denominado Acción Global por Ayotzinapa convocó este miércoles –fecha en en que los católicos conmemoran el llamado «Miércoles de Ceniza» — a que todos los creyentes se coloquen el número 43 en la frente, en referencia a los 43 normalistas de Ayotzinapa que siguen desaparecidos a cinco meses de la masacre en Iguala.
Desde su cuenta en la red social Twitter, el sacerdote católico y defensor de migrantes, Alejandro Solalinde, publicó una fotografía que muestra a varias personas con el número 43 en la frente y el mensaje “#MiercolesDeCeniza e inicio de cuaresma, DLB”.
#MiercolesDeCeniza e inicio de cuaresma,DLB. pic.twitter.com/aU7XHswknj
— Alejandro Solalinde (@padresolalinde) February 18, 2015
Por su parte, el colectivo difundió una explicación de la medida que ya circula en las redes sociales:
«La acción se trata de una reapropiación pagana del rito católico del miércoles de ceniza, invirtiendo el mensaje para volverlo contundente: la versión de la Procuraduría General de la República (PGR) no puede ser una «verdad histórica», porque ignora diversos testimonios, líneas de investigación y no escucha a las víctimas. Para nosotros, los #43NoSonCeniza», explicaron los activistas del colectivo ¿Qué hacer? en Facebook.
Cibernautas han estado subiendo fotografías mostrando sus rostros con el número 43 en la frente, en respuesta a la convocatoria para recordar a los normalistas durante este día que inicia la cuaresma, festividad católica que concluirá el próximo domingo llamado «de pascua».
Los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, “Raúl Isidro Burgos” fueron secuestrados en el violento municipio de Iguala, estado de Guerrero, luego de ser atacados a balazos por policías municipales en presencia de federales y efectivos del Ejército Mexicano. Esa noche sangrienta murieron otras seis personas –tres normalistas entre ellos– y se contabilizaron al menos 25 heridas.
La conclusión «oficial» en voz del priista Jesús Murillo Karam para dar carpetazo al caso –a todas luces un crimen de Estado– consiste en acusar que los policías entregaron a los normalistas a miembros del grupo delincuencial llamado «Guerreros Unidos», por órdenes del ex «edil» José Luis Abarca, para que éstos los asesinaran y posteriormente calcinaran en un basurero de Cocula, poblado cercano a la ciudad de Iguala.
No obstante, la Procuraduría General de la República (PGR), usurpada por el PRI, nunca pudo comprobar sus aseveraciones y de hecho los restos hallados en el basurero no pudieron ser identificados, excepto por un hueso y una muela que pertenecían al normalista Alejandro Mora. Al respecto, se ha denunciado que los restos de Mora pudieron ser sembrados en las muestras tomadas de Cocula y que de cualquier forma no son evidencia concluyente para asegurar que está muerto.
En el contexto de las festividades católicas de esta semana, el recién nombrado Cardenal Alberto Suárez Inda declaró desde Roma, con absoluta insensibilidad, que percibe “cierta manipulación política” en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. “Percibo que hay una cierta manipulación y una cierta tendencia política, de intereses que se aprovechan del dolor de los padres de familia para provocar insurrecciones”, espetó Suárez Inda, para apoyar al régimen usurpador de Peña Nieto que también ha manejado esa versión.
En respuesta, los padres de los 43 estudiantes exigieron el día de ayer al «cardenal» Suárez Inda que antes de opinar del movimiento por la presentación con vida de sus hijos, se acerque a ellos y conozca sus motivaciones.
Los agraviados repudiaron las declaraciones del sujeto y cuestionaron la posición de varios representantes de la Iglesia que piden «paz» y no les interesa conocer el paradero de los 43 estudiantes. “¿Cómo pueden pedir paz si nuestros nuestros hijos no aparecen?”.
Obvio, no piden paz. Piden SUMISIÓN con los delincuentes que perpetraron esa masacre brutal, otra más en la lista de genocidios del PRI. Por lo tanto, son sus CÓMPLICES.