México, 17 de noviembre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Atendiendo, solícito y servil, las órdenes de la oligarquía extranjera que lo impuso, el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, adelantó la «liberalización» de los precios de la gasolina al mercado, cuya última etapa estaba prevista a aplicarse a partir del 30 de diciembre próximo.
De acuerdo con el diario La Jornada, la «Comisión Reguladora -REMATADORA- de Energía» (CRE) informó que a partir del próximo 30 de noviembre, todos los estados en los que aún no se han liberado los gasoprecios serán incorporados al esquema de flexibilización de los mercados de gasolinas.
Así, la cuarta etapa de liberación sumará a los tres estados de la península de Yucatán que estaban programados a liberalizar sus gasoprecios hasta el 30 de diciembre.
El próximo jueves 30 de noviembre, los estados del centro-sur del país se incorporarán al esquema de liberalización de precios, a saber: Aguascalientes, Colima, Chiapas, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas y Ciudad de México. Adicionalmente, Campeche, Quintana Roo y Yucatán se sumarán a los estados que ya tienen sus precios liberados al mercado.
“Con base en la experiencia de las tres etapas de flexibilización anteriores, la CRE ha observado, por un lado, que en las zonas ya liberadas se aprecia una tendencia general a la estabilidad en los precios y, por otro lado, que el proceso ha despertado el interés de empresas nacionales e internacionales en el mercado mexicano de combustibles”, explicó la CRE en un comunicado citado por La Jornada.
TRADUCCIÓN: «Los empresarios ya nos urgieron a adelantar la liberalización para que, tanto el régimen usurpador como ellos, podamos saquear a los mexicanos a manos llenas cobrándoles por la gasolina que debería ser muy barata en México, país petrolero».
En lugar de invertir en la modernización y expansión de la infraestructura petrolera nacional, así como en la construcción de más refinerías para seguir produciendo gasolina a bajo costo, desde el salinismo se viene impulsando todo lo contrario, el desmantelamiento y remate de dicha infraestructura, con el fin de justificar la invasión trasnacional que ya avanza dentro del sector energético mexicano.
Ahora, en el colmo del absurdo, México no solamente importa más de la mitad de la gasolina que consume, sino que abrió la puerta para permitir que trasnacionales exploten los recursos de la nación, refinen nuestro petróleo y luego nos vendan la gasolina al precio que les venga en gana, eso sí, con altos impuestos como tajada para el régimen que facilitó la invasión.
En ese sentido, queda claro que la mentada «liberalización de los precios al mercado» ni siquiera redundará en mejores precios. Por el contrario, los costes de importación, traslado e impuestos ilegales que ROBA el régimen usurpador, inflarán el precio final que, se supone, debería calcularse sólo con base en los precios internacionales.
De hecho, pese a que en 2018 los precios ya estarán liberados al mercado, se espera la aplicación de un nuevo gasolinazo derivado de la inflación y otros pretextos usados ahora por los empresarios, quienes, a partir del 30 de noviembre, serán los beneficiados directos de los aumentos a los combustibles.
En otras palabras, más claras: México seguirá teniendo gasolina cada vez más cara, pero ahora las ganancias de ese saqueo irán a parar a las cuentas de Shell, British Petroleum, Exxon, Chevron, FEMSA, Hidrosina (Murillo Karam), los priistas Coldwell, Carlos Slim, etc.
Ahí tienen la verdadera meta de la contrarreforma energética, finalmente alcanzada. Y el pueblo, en su apatía e indiferencia, permitió el atraco y sigue sin reaccionar.
Con información de La Jornada
