Ezequiel Flores Contreras
Proceso (Foto: Imagen de archivo de autodefensas)
CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- Habitantes del municipio de Chilapa de Álvarez decidieron conformar un grupo de autodefensa, luego de expulsar a sicarios al servicio de la banda delictiva Los Rojos.
Desde hace cinco días, pobladores de la comunidad indígena de Ayahualulco, conocida por su artesanía, asumieron el control de la seguridad en este lugar que se encuentra en medio de la brutal disputa que mantienen Los Rojos y el grupo delictivo Los Ardillos, afincados en el municipio vecino de Quecultenango, indican reportes oficiales.
Los civiles que mantienen retenes en las entradas y salidas del poblado, previamente habrían expulsado a un presunto sicario al servicio de Los Rojos que tenía el control de la comunidad y sólo es identificado como El Pollo, refieren los reportes consultados por Apro.
Los pobladores responsabilizan a El Pollo de la desaparición de al menos cuatro transportistas de Ayahualulco que fueron privados ilegalmente de su libertad en la cabecera municipial de Chilapa el fin de semana pasado.
El surgimiento de la autodefensa en Ayahualulco se registró un día después de que transportistas y familiares de las víctimas se manifestaran públicamente en Chilapa el lunes 28 de julio para denunciar la desaparición ante autoridades de los tres niveles.
A pesar de que las autoridades de los tres niveles de gobierno tienen conocimiento de la situación que se registra desde el martes 29 de junio en Ayahualulco, no han emitido una postura oficial acerca del nuevo grupo de autodefensa que surge en una zona de la entidad colapsada por la narcoviolencia.
El gobernador Ángel Aguirre Rivero ha reconocido públicamente que la plaza de Chilapa es disputada por sicarios al servicio de Los Rojos y Los Ardillos.
Los Rojos son un remanente del extinto cártel de Los Beltrán Leyva que mantenía el control de la región Centro, Montaña y Sierra de Guerrero, así como el sur del estado de Morelos.
En tanto que Los Ardillos son un grupo delincuencial afincado en el poblado de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango y dirigido por los hermanos del presidente del Congreso de Guerrero, el diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez.
Los enfrentamientos protagonizados por ambos grupos ha dejado una estela de muertos y desparecidos, así como terror y psicosis entre la población de este municipio que se encuentra en medio de una guerra desatada por criminales por el control de esta importante ruta del narcotráfico que conecta el Centro con la Montaña de Guerrero.
Pueblo marginado marcado por la violencia
Ayahualulco es un pueblo nahua que se caracteriza por el trabajo artesanal a partir de la hoja de Totomoxtle (maíz). En su mayoría los pobladores son analfabetas y viven en condiciones de marginación y pobreza.
En la década de los noventa el gobierno federal pavimentó un acceso de cinco kilómetros que parte de la carretera federal Chilpancingo-Chilapa, luego de la aparición pública de una célula del grupo guerrillero denominado Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), que lanzó un llamado a la insurrección armada en este lugar que sintetiza el abandono gubernamental.
El 30 de diciembre, un grupo armado irrumpió en el poblado de Ayahualulco y se llevó por la fuerza al regidor del PT, Cleto Mendoza, quien hasta el momento sigue desparecido.
Este hecho marcó el origen de la violencia en este lugar que se encuentra prácticamente en medio del epicentro de la confrontación entre Los Rojos y Los Ardillos.