Ricardo Loranca y Campos
E-Consulta
Una vez más el pueblo Wixárika o Huichol sufre las consecuencias de los actos arbitrarios de los políticos de nuestro país. En Nayarit, la Semarnat entregó un lugar sagrado a una desarrolladora turística quitándole su calidad de dominio público.
Esta no es la primera vez que sucede este tipo de daños a la cultura y raíces de nuestro país, en el 2012, el gobierno federal cedió un terreno en San Luis Potosí a la empresa canadiense First Magestic para su explotación, que se encontraba dentro de la zona sagrada de Wirikuta, un lugar de gran relevancia espiritual para el pueblo Wixárika.
Después de una fuerte movilización la empresa minera cedió las concesiones que se encontraban dentro del terreno sagrado.
El día de ayer, el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) resolvió desincorporar del régimen de dominio público y entregar a Turísticos Aramara, S.A. de C.V. 354 mil 364.89 metros cuadrados de terrenos ganados al mar que integraban el patrimonio de esa comunidad indígena en la Isla del Rey.
Para el pueblo Huichol, La Isla del Rey, a la cual ellos llaman Tatei Haramara, es un lugar sagrado en donde nace el agua que alimenta a todas las formas de vida que hay en la comunidad.
Al parecer ni las creencias ancestrales, ni la cosmovisión de nuestro país, ni menos las raíces de nuestro pueblo parecen importarles a aquellos que tratan de organizarnos como sociedad. Una sociedad que prefiere desarrollar turismo por encima de la perpetuación de su cultura.