CHAPO-NOVELA: Se «esfumaron» 3,250 TONELADAS DE TIERRA para hacer el túnel por el que El Chapo escapó

México, 13 de julio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El Chapo no sólo es narco. También es un gran hacedor de milagros, como Santo Cristo.

De acuerdo con especialistas en construcción citados por el diario Reforma, para construir el túnel de 1.5 kilómetros, 80 centímetros de ancho y 1.70 metros de altura, por el que Joaquín Guzmán Loera alias «El Chapo» se fugó del penal de máxima seguridad del Altiplano, se requirió extraer… 3 MIL 250 TONELADAS DE TIERRA.

Y «nadie sabe, nadie supo» cómo fue que en 13 meses se pudo concretar semejante obra sin que «nadie se diera cuenta».

La explicación es simple: ES UN FARSA, OTRA BURLA MÁS, OTRA GIGANTESCA TOMADA DE PELO Y, EN EFECTO, UNA CORTINA DE HUMO PARA OCULTAR ALGO MÁS GRANDE PESE AL «DESPRESTIGIO» QUE ESTA ESTUPIDEZ CAUSA EN LA IMAGEN DEL RÉGIMEN USURPADOR «A NIVEL INTERNACIONAL»… cosa que de hecho no le interesa, porque está congraciándose muy bien con sus jefes extranjeros, desmantelando a México y entregándoselos pieza por pieza.

Según los expertos consultados por Reforma, el equipo de ingenieros de Joaquín «El Chapo» Guzmán debió extraer un volumen de tierra aproximado de 2 mil 652 metros cúbicos, equivalentes a la carga de 379 camiones de volteo con capacidad de 7 metros cúbicos cada uno.

El hacedor de milagros de esta historia, digna de una impactante telenovela de Televisa, pudo concretar esta hazaña en menos de seis meses.

Los ingenieros y demás personal al servicio de «El Chapo», cuyo nuevo alias podría cambiar a «El Milagroso», tendrían a su disposición como mínimo taladros empotrados a grúas y barrenadoras, o por lo menos una retroexcavadora, que por más sofisticados que fueran habrían causado mucho ruido y movimiento vibratorio debajo del suelo del penal.

No obstante, las «autoridades» aseguran que no escucharon nada ni vieron siquiera un puñado de tierra en los alrededores, pese a que controlan la seguridad y acceso al Altiplano a varios kilómetros de distancia incluyendo el subsuelo, pues disponen de un Radar de Penetración Terrestre y Tomografía Eléctrica de Resistividad para localizar elementos anómalos a profundidad, como túneles, según detalla el diario Reforma.

El rotativo refiere que los vecinos sí vieron a varios albañiles desde agosto del año pasado, cuando iniciaron la construcción de la casa que encubría la salida del túnel que conduce a las «duchas» del penal. Casualmente, obras del Sistema Cutzamala puestas en marcha alrededor de la cárcel, «habrían ayudado a confundir los ruidos de la maquinaria usada para excavar el túnel».

Aún así, el radar y los demás sistemas de monitoreo en el Altiplano tenían que haber detectado tanto las vibraciones como el vacío creándose abajo de las instalaciones del penal. Sin embargo, «nadie sabe, nadie supo».

¿Fuga imposible? ¿Hazaña increíble? Correcto, porque NI ES POSIBLE NI ES CREÍBLE. Un niño de cinco años en pleno uso de sus facultades mentales jamás tomaría en serio semejante escupitajo a la inteligencia disfrazado de película hollywoodense. ¿Por qué habría de creerlo el pueblo mexicano? Mejor aún, ¿por qué seguir tolerando que estos criminales, además de robarlo y asesinarlo, sigan tomándolo por retrasado mental?

«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.»

Con información de Reforma

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Un comentario:

  1. Los mexicanos somos muy dados a la ironía. Si me dejara llevar por esta característica de mi naturaleza; como mexicano diría que lejos de molestarnos por esta fuga, deberíamos congraciarnos de que un mexicano haya logrado lo que ni los alquimistas lograron: transmutar la tierra en aire, por lo que el Chapo-alquimista sería candidato con ventaja para todos los premios de ciencias. Pero, y aquí es donde nos ponemos serios, el nuevo intento oficial de hacernos tragar una píldora demasiado gruesa con una gotita de agua se convierte en acumulación de «ira, para el día de la ira». Conste.

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