México, 22 de noviembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El comandante José Rodríguez Pérez, quien estaba al mando del 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero, cuando los normalistas de Ayotzinapa fueron atacados y 43 de ellos desaparecidos, fue ascendido el pasado 20 de noviembre. Dicho mando militar habría ordenado a sus hombres no intervenir mientras los normalistas eran baleados y secuestrados por policías, la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014.
De acuerdo con el portal Revolución 3.0, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) premió a José Rodríguez Pérez con el ascenso a General Brigadier, pese a que familiares de los normalistas lo han señalado por su complicidad en la desaparición de los normalistas, al no haber hecho nada para defender a los estudiantes atacados.
Rodríguez Pérez había sido Coronel de Infantería y ahora tendrá a su cargo unidades militares de mayor envergadura.
La noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, el entonces comandante del batallón apostado en Iguala envió soldados a investigar las balaceras sobre la carretera federal que atraviesa el municipio. Los elementos informaron que civiles estaban siendo atacados a balazos por policías municipales y federales, sin embargo el comandante ordenó que no intervinieran y sólo reportaran lo que ocurría.
Revolución 3.0 recordó que la investigación realizada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), apunta claramente la participación de este batallón por omisión en la desaparición de los normalistas, pues los militares habían estado monitoreando a los estudiantes desde Chilpancingo.
Todo ello ha sido confirmado por los 25 sobrevivientes del ataque, quienes declararon que los militares se quedaron con los heridos retrasando la llegada de las ambulancias, les tomaron fotografías y luego los vigilaron en el Hospital Cristina, impidiéndoles realizar llamadas telefónicas.
Por estas razones, tanto Amnistía Internacional como los expertos del GIEI han exigido incluir al Ejército en las investigaciones, señalando la necesidad de entrevistar a los soldados del 26 Batallón y la revisión de los hornos crematorios de Sedena, tanto en Guerrero como en zonas aledañas.
El régimen usurpador de Enrique Peña Nieto, a través de su «secretario de defensa», Salvador Cienfuegos, ha negado categóricamente la posibilidad de interrogar a los elementos castrenses. Por el contrario, se empeña en defender su versión sobre el asesinato e incineración de los normalistas y promueve la realización de «peritajes», acción que ha sido rechazada por el GIEI.
«No se necesita realizar un segundo peritaje. La prioridad es interrogar a los soldados del 27 Batallón», han exigido los expertos.
Con información de Revolución 3.0
la impunida y corrupciòn al mas grande cinismo de bajeza de incapacidad intelectual, para este regimen miserable asesino, junto con sus colaboradores.