México, 29 de abril 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El asesino de Atenco será muy imbécil e incapaz de pronunciar palabras como «epidemiólogo» o diferenciar ciudades y estados de la República, pero para matar a los mexicanos, ya sea de hambre o a quemarropa, se pinta solo.
Un reportaje de la agencia española EFE, reproducido en el portal Sinembargo, puso en perspectiva el valor del salario mínimo promedio –69 pesos al día– contra el costo de la canasta básica en zonas rurales –1,679 pesos–, exhibiendo la otra forma de violencia que a diario enfrentan millones de mexicanos: la económica.
Cabe mencionar que la canasta alimentaria es distinta a la canasta básica. La primera contiene sólo alimentos: verduras, legumbres, frijol y huevo. La segunda ya incluye otros productos para la higiene personal y del hogar, ropa e incluso el gasto en transportes. Esto implica que con el salario mínimo los mexicanos son incapaces de adquirir los alimentos considerados como elementales para sobrevivir.
Asimismo, el salario mínimo en México logró alcanzar el último lugar en toda Latinoamérica en 2014, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) citados por el reportaje de la agencia EFE. En el mismo sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ubicó a nuestro país como el único de la región con un salario mínimo por debajo del umbral de la pobreza. Por si fuera poco, calculó que un 14 por ciento de los trabajadores en México reciben un ingreso aún inferior a éste.
Según cifras del año 2014, citadas en el reportaje por el catedrático Marcos Gutiérrez de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, 37.7 por ciento de los 52 millones de mexicanos que tienen un empleo formal recibieron como pago el salario mínimo, 23.2 por ciento entre uno y dos salarios mínimos, y el resto más de dos salarios mínimos.
Sin embargo, se ha determinado que 1.5 por ciento de los trabajadores formales (180 mil personas) y 5.5 por ciento de los informales (411 mil personas) ganan menos del salario mínimo. “En los empleos formales esto es ilegal, pero ocurre”, destacó.
Un ejemplo ignominioso son los jornaleros de todo el país, quienes claman por un aumento salarial que hoy se estima entre 60 y 120 pesos diarios. Encima viven y trabajan en condiciones infrahumanas y, por supuesto, no cuentan con ningún tipo de prestación.
En contraste, la canasta básica se situó en mil 284 pesos (unos 84 dólares) al mes por persona en áreas urbanas y 903.70 pesos (59 dólares) en zonas rurales, según cifras de marzo de 2015 difundidas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). A su vez, la no alimentaria (básica), ascendió a dos mil 628 pesos (171 dólares) en ciudades y a mil 679 (110 dólares) en el campo, también a marzo de 2015.
Al estudio de la agencia EFE le faltó comparar el nivel de impuestos que el régimen usurpador cobra a todos los mexicanos, y ponerlo además en perspectiva con el «gasto corriente» de la federación: las mansiones que Grupo Higa entrega a Peña y todo su «gabinete» a cambio de contratos millonarios, los viajes a todo lujo del usurpador y su numerosa comitiva –por lo menos 200 acarreados a Londres, por ejemplo–, o los paseos de «shopping» a Beverly Hills de la Gaviota, sus hijas e hijastras. Esto sin mencionar los altos sueldos de los «magistrados» del Tribunal Electoral y la Suprema Corte, encargados de avalar los fraudes electorales, o los bonos millonarios que se otorgan los «diputados» y «senadores» por levantar el dedo a la hora de avalar el vandalismo a la Constitución.
Alguien tiene qué pagar todos esos gastos prioritarios de nuestra amada República pri(an)ista, así que, ¡a amarrarse el cinturón y a seguir trabajando! Y nada de pedir «aumentos salariales» porque, como bien dice Agustín Carstens, eso provocaría más INFLACIÓN. Si tienen hambre, recurran al viejo remedio estilo PRI: AJO Y AGUA.*
Con información de Sinembargo
*A joderse y a aguantarse
La gente pobre y muerta de hambre. Le da su voto a éste pútrido Partido PRI ya que al recibir cualesquier regalito. Despensa. Jugos tortas. Se vende a éste con perjuicio de todos los millones de mexicanos que sufriremos por estos hechos. La Incultura. La Ignorancia y la pobreza extrema son el parteaguas de éste fenómeno