México, 30 de mayo 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunciaron la existencia de una campaña de desprestigio y amenazas contra la académica y defensora de derechos humanos Mariclaire Acosta Urquidi, por lo que exigieron al régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, garantías para salvaguardar su seguridad e integridad física.
De acuerdo con la agencia Proceso, la campaña habría iniciado luego de las rabiosas declaraciones de la empresaria panista Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización «Alto al Secuestro», quien desde el año pasado repudió la participación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el caso Ayotzinapa, acusando a Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la CIDH, y a otros defensores reconocidos internacionalmente, de facilitar la liberación de presuntos delincuentes.
Entre la red de defensores explícitamente denostados por Miranda de Wallace, además de Álvarez Icaza, se encuentran el relator contra la Tortura de la ONU, Juan Méndez, el director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), José Antonio Guevara, y la propia Mariclaire Acosta Urquidi, a quienes Miranda acusa de “facilitar resoluciones por violaciones a derechos humanos y tortura, a fin de liberar a presuntos secuestradores y delincuentes y luego tramitar indemnizaciones”.
En tal sentido, Lin Lim, presidenta de la Junta de Síndicos del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para la Cooperación Técnica en Materia de Derechos Humanos, a la que pertenece Acosta Urquidi, emitió un comunicado en nombre de la organización expresando su alarma por la “serie de ataques verbales y amenazas” contra la académica.
Los ataques, resaltó Lim, se registran en medio de “una campaña más amplia contra los defensores de derechos humanos en México desde la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero, en septiembre de 2014”.
“Resulta preocupante que una prominente defensora con reputación [como Mariclaire Acosta] puede ser sometida a este tipo de ataques y amenazas indignantes, entonces los defensores de derechos humanos con un perfil menos visible deben vivir en constante temor por sus vidas”, alertó la presidenta de la junta de Síndicos.
Por ello, exigió al régimen usurpador de Peña Nieto —qué necedad exigirle a delincuentes cualquier cosa que no sea su renuncia— “garantizar la protección y el apoyo de la señora Acosta y para todos los defensores de los derechos humanos, y darles el espacio y las condiciones de trabajar en seguridad, de conformidad con las obligaciones del Estado”.
Que los propios delincuentes dejen de atacar a su víctimas y mejor las protejan… ¿Ocurrirá ese milagro algún día? Sigan rezando…
Y extendió la solicitud de protección a «estudiantes, agricultores, pueblos indígenas y defensores de los trabajadores” cuyas vidas peligras en un país donde, en efecto, no hay respeto alguno a los derechos humanos.
¿Cómo habría tal respeto si quienes hoy usurpan las instituciones se hicieron de ellas precisamente violando todo derecho y garantía constitucional de los mexicanos?
Con información de Proceso