México, 21 de abril 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) que vivieron en carne propia la explosión de ayer en el Complejo Petroquímico de Pajaritos, «concesionado» —o sea PRIVATIZADO— a la empresa Mexichem, aseguran que las cifras oficiales no reflejan la magnitud y gravedad del siniestro.
De acuerdo con el portal Noticias de México, que recopiló testimonios en las redes sociales, algunos testigos aseguran haber visto “cuerpos destrozados” y “partes volando” al momento de la explosión, cuyo saldo oficial es de 13 personas fallecidas, 136 heridas y 18 desaparecidas, aunque se especula que varios de los desaparecidos pueden estar en el grupo de muertos.
«Afortunadamente mi esposo y yo estamos bien. Estuvo horrible, créanme. Aunque digan que no hay muertos la realidad es otra”, se lee en el testimonio de una mujer en la red social Facebook, quien detalló que los sobrevivientes hablan de «un chingo de muertos».
Según el citado medio, el personal del complejo está integrado por unos 770 trabajadores, tanto de Pemex como de la empresa privada Mexichem, propiedad del banquero Antonio del Valle. Cabe mencionar que Pajaritos fue entregado de facto en 2013 a dicha empresa, a través de una concesión ilegal que, como se denunció desde entonces, constituye una privatización disfrazada del complejo petroquímico. Por tanto, Mexichem sería la responsable de lo ocurrido ayer en el complejo.
¿Para qué falsear la cifra de muertos? Para no pagar los seguros e indemnizaciones correspondientes e inventar cualquier excusa, mientras los «medios» ocultan las afectaciones reales. Además, probablemente acabarán enstartándole a Pemex —o sea a las arcas de la nación— los platos rotos de Mexichem.
Sería por lo menos la tercera ocasión en que instalaciones de Pemex operadas por empresas privadas, se ven envueltas en accidentes mortales. Hace prácticamente un año, la plataforma Abkatún-Alfa, ubicada en la sonda de Campeche y operada por la empresa privada Cotemar —vinculada a Oceanografía—, registró una fuerte explosión que dejó varios muertos, decenas de heridos y cuantiosas pérdidas materiales. Aquel se considera el desastre petrolero más grave del actual régimen usurpador.
Un mes después, una plataforma autoelevable del activo Caan Alfa, igualmente ubicada en la sonda de Campeche, falló y se precipitó al mar, cobrando su cuota de muertos y heridos. En esta ocasión, la empresa responsable fue Typhoon Offshore, vinculada al brutal empresario Ricardo Salinas Pliego.
Por cuanto a la explosión de ayer en la planta Clorados II de Pajaritos, ubicado en el municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, se informó que hubo un sobrecalentamiento en el reactor productor del Monómero de Cloruro de Vinilo, alimentado con grandes cantidades de cloro y etileno, cuyo producto terminado se utiliza para la fabricación de tuberías de PVC.
La disociación de estos químicos en varios compuestos, pueden ser perjudiciales para la salud cuando son liberados a la atmósfera, lo que ocurrió ayer tras la brutal explosión.
Con información de NDMX
