Redacción Vanguardia
Saltillo.- A sus 14 años ya conoce el infierno, su padre abusó sexualmente de ella en repetidas ocasiones. Los traumas y estragos de este tormento ya son checados por las autoridades que de inmediato pusieron cartas en el asunto.
Durante el transcurso del lunes una joven alzó la voz para denunciar a su propio padre, harta de callarlo y superando la advertencia de que no dijera nada o le iría mal; el temor a otras represarías la hicieron guardar silencio por un largo tiempo en el cual, supuestamente, el hombre hizo de las suyas.
En medio del hermetismo que priva en este caso y de acuerdo con una fuente extraoficial, los abusos tuvieron lugar en un domicilio ubicado al sur de la ciudad, la vivienda de ambos le servía al hombre para abusar de ella.
Todo sucedía en ausencia de otros familiares, pero ella no podía decir que pasaba pues estaba bajo amenaza. Las fechorías de su padre se repitieron por algún tiempo, indefinido por la autoridad.
ROMPE EL SILENCIO
Según las primeras declaraciones fue difícil para la niña exponer las vejaciones de que era objeto; los abusos la mantenían retraída, cohibida, temerosa. Ella no entendía por qué su padre la trataba de esta manera. Pero al armarse de valor, y harta de sufrir los abusos y de ser un objeto sexual, dio aviso a las autoridades.
En la agencia de delitos familiares la escucharon y resguardaron. Comenzando con las investigaciones pertinentes para esclarecer el grado de abuso y proceder en consecuencia contra el presunto depravado.
Será hasta que se concluyan las investigaciones que se dé más información al respecto. Sin embargo, comentaron que se guardará la identidad de la menor y se le ayudará con tratamiento psicológico.
