Josué Rodríguez
Vanguardia
Piedras Negras, Coah.- Organizaciones ambientalistas, revelaron que derivado de la sobreexplotación de los ríos en Coahuila, los ecosistemas se han visto alterados ante la pérdida gradual de sus recursos naturales, afectando a las poblaciones que habitan en sus cercanías.
El presidente de la organización ambientalista “Amigos del rio San Rodrigo”, Waldo Terry Carrillo, aseguró que los únicos beneficiados son los propietarios de las empresas que extraen el material petro, que operan impunemente.
“Desafortunadamente, las decisiones y autorizaciones las toman los políticos y las autoridades locales sin evaluar el costo ambiental y social de esas obras, lo que ha llevado a la pérdida de nuestros ecosistemas y la biodiversidad”, afirmó.
Dijo que no solo en México se está generando conciencia sobre el cuidado de los ríos, sino también en otros países del continente como Brasil, Argentina, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Alemania.
“Los ríos son fuente de vida, la vida depende de ríos sanos, sin embargo el 60 por ciento de los ríos del mundo han sido embalsados y los ecosistemas de agua dulce han perdido sus especies y hábitats más rápidamente que cualquier otro ecosistema”, subrayó.
Consideró que la alteración ambiental e hidrológica de los ríos de México, ocasionada por las actividades humanas, se desconoce; sin embargo el río Bravo y sus afluentes, entre los cuales se encuentra el San Rodrigo, se colocan en la categoría de los más alterados.
Recordó que el ecosistema del río San Rodrigo, ubicado en Piedras Negras, Coahuila, se vio afectado por la construcción de la presa La Fragua, ya que interrumpió el libre flujo del agua y sedimentos, sumándose las actividades mineras en su cauce y riberas, lo que ha llevado a la desaparición de especies, del ecosistema y afectado social y económicamente a sus moradores.
Finalmente dijo que para preservar los recursos e intentar rescatar lo perdido, la sociedad y las instituciones deben avanzar a un estado en que los intereses económico-empresariales no se antepongan a los intereses sociales y ambientales, con el propósito de garantizar la equidad de las relaciones y los derechos de los actores.
