México, 16 de junio 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Y por supuesto su empleado el represor Miguel Ángel Mancera, no les toca un pelo. Está muy ocupado violando los derechos constitucionales de los maestros.
De acuerdo con el diario La Jornada, unos 600 empresarios afiliados a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) se manifestaron este jueves en las escalinatas del Ángel de la Independencia. Sí… esos que tanto detestan y repudian el derecho a la libre manifestación, hicieron lo propio y ejercieron ese derecho sin que un solo granadero o policía les tocara un pelito de sus corruptas cabezas.
Y lo más absurdo e irrisorio: se manifestaron para exigir a sus empleados del «congreso» la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA). Los más corruptos del mundo exhibiéndose públicamente pidiendo erradicar su actividad criminal predilecta, ésa que los ha hecho obscenamente ricos. Así las cosas en el teatro del absurdo llamado México, donde los delincuentes juzgan a los inocentes y los corruptos se rasgan las vestiduras por la corrupción de sus empleados.
«Queremos erradicar la corrupción de México, no más corruptos impunes en nuestro país», fue la delirante declaración de Gustavo de Hoyos Walther, presidente nacional de la Coparmex, en un vomitivo derroche de hipocresía sin límite, ya que si algo caracteriza a los prominentes empresarios de este país, es precisamente la corrupción, el saqueo y la evasión fiscal sin límite alguno.
Curándose en salud, el sujeto avisó que la Coparmex «no quiere cacería de brujas» —por si acaso a las «autoridades» se les ocurría simular que sancionarían a uno que otro de sus jefes empresarios corruptos— pero que exigen a «senadores» acatar lo dispuesto en la «reforma».
«Esta no es una lucha contra los políticos sino de los ciudadanos en contra de la corrupción. No queremos cacería de brujas ni persecuciones paralizantes», aclaró.
TRADUCCIÓN: Se trata de simular, no de ir en serio contra el tema. No se vayan a «paralizar» sus corruptelas millonarias, ¿verdad?
En abril del año pasado, José Luis Beato, presidente de la Coparmex en la Ciudad de México, dijo cínicamente que «todos son corruptos» en cierto grado y que al menos alguna vez los empresarios capitalinos han tenido que sobornar a las «autoridades» para sacar adelante sus negocios sucios.
«Todos en algún momento, todos, hemos tenido que dar una mordida para que el documento salga más temprano y, pues, eso es corrupción.
«Todos hemos aprovechado a un conocido que teníamos en el gobierno para que nuestro documento salga más temprano. Eso es corrupción. El tráfico de influencias es corrupción», descaró enfatizando en el «todos hemos» para escudarse cobardemente en el mal de muchos y justificar que ÉL ES UN CORRUPTO, igual que la organización que preside.
Mientras las instituciones sigan secuestradas por corruptazos como Peña Nieto, Luis Videgaray y demás vividores pri(an,rd)istas delincuentes, cualquier «reforma» encaminada supuestamente a combatir la corrupción es pura simulación grosera. Ni un niño de cinco años tomaría en serio una «reforma» anticorrupción emanada de los grupos más corruptos del mundo: PRI, AN, RD con el aval de sus jefes empresarios.
Con información de La Jornada