México, 13 de febrero 2018 (NOTIGODÍNEZ).- La politóloga Denise Dresser Guerra, columnista del diario Reforma y analista en otros medios, arremetió nuevamente contra el político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, líder del partido «Movimiento Regeneración Nacional» (Morena) y precandidato por el mismo a la Presidencia de la República, acusándolo ahora de «dar licencia para matar y permiso para agredir».
El nuevo exabrupto de Dresser contra el tabasqueño, quien se mantiene a la cabeza en las diversas encuestas de la próxima elección presidencial, se dio en pleno auge del repudio ciudadano contra Enrique Ochoa Reza, líder nacional del «Partido Revolucionario Institucional» (PRI), luego de que durante el fin de semana pasado, el dirigente priista lanzara apelativos racistas contra la disidencia de su partido que migra a Morena.
En su columna de ayer lunes, Dresser dice responder a supuestas alusiones del precandidato morenista a su persona, acusándolo de «ambiguo, errático e inconsistente» al posicionarse sobre temas, a juicio de la propia Dresser, «fundacionales para un cambio de régimen», entre ellos la «Fiscalía que Sirva» o el «Sistema Nacional Anticorrupción», ambas farsas engañabobos. ¿Cómo se puede exigir instituciones «que sirvan» sin haber encarcelado antes al corrupto número uno de este país, el usurpador Enrique Peña Nieto? Dresser jamás se ha pronunciado en tal sentido y en cambio es activa promotora de la simulación y la impostura.
Si bien la politóloga realiza señalamientos bien fundamentados sobre la incongruencia reciente de López Obrador, quien dice combatir a la «mafia del poder» pero se rodea de personajes vinculados a ella, desvía pronto la atención de los cuestionamientos serios hacia la diatriba utilizada por la oligarquía y sus medios para desprestigiar al tabasqueño, entre ellos el «discurso de odio y la violencia» o su carácter «mesiánico»:
«Las dudas sobre tu temperamento aumentan cuando regresas a la rijosidad y al pugilismo, que tanto te costaron en el pasado. Con tu virulencia verbal y tu descalificación personal contribuyes a crear una tensión social de la que no te haces cargo. Das licencia para matar; das permiso para agredir. El que seas atacado, una y otra vez, de manera mañosa e inmisericorde por el gobierno no justifica que tú reacciones mimetizando el odio. Cuando tú respondes, no desmontas argumentos; agredes, atacas. Actúas de formas que minan la deliberación y el diálogo y despiertan preocupación por el tipo de liderazgo que ejercerás si llegas a Los Pinos.
«Las dudas sobre tu compromiso con el cambio genuinamente opositor emergen cuando sugieres que todo se resolverá por tu voluntad, por tu decreto, por tu ejemplo. ‘Se acabará la corrupción’. ‘Habrá paz’. ‘No habrá venganza, sino justicia’. Pero todo ello, para ocurrir, transita por la remodelación institucional que ignoras o desprecias. En vez de sumarte al movimiento #FiscalíaQueSirva o #Reforma102 o #SeguridadSinGuerra, anuncias nombramientos de allegados que se encargarán de resolverlo todo, cuando el problema ha sido precisamente la apuesta por personas y no por instituciones, la ausencia de contrapesos sistémicos, la falta de transparencia. Nos faltan instituciones capaces de combatir la impunidad y garantizar el Estado de Derecho, no sólo funcionarios honestos.»
En las redes sociales, usuarios cuestionaron la «oportunidad» de Dresser al atacar a AMLO justo cuando la ciudadanía repudiaba al líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, por su derroche público de racismo durante un mitin con priistas de Tabasco el fin de semana pasado.
En el contexto en el que @EnriqueOchoaR hizo un comentario racista y misógino, @DeniseDresserG salió a decir que @lopezobrador_ con sus comentarios da licencia para matar.
Qué cosa. pic.twitter.com/7xtuEd4r44
— Hugo A. Garciamarín (@HGarciamarin) February 12, 2018
Con información de Reforma
!!!Adelante Noti-godinez!!!!
Por que las palabras son el resultado estructurado del pensamiento y por lo tanto estamos constituidos en palabras; cuidemos lo que decimos y luchemos por el derecho a decir lo que pensamos; nadie tiene la última verdad. La tolerancia es el principio nodal que debe regir, aunque no coincidamos algunas veces.