Arturo Sierra
Reforma
Cd. de México (06 octubre 2014).- Tablazos, dejarlos al sol golpes en las mejillas, jalones de cabello o abusos sexuales son algunas de las torturas que les imponen a los internos en las cárceles capitalinas.
Y estos castigos han sido documentados por la Comisión de Derechos Humanos del DF, asociaciones civiles y relatados por familiares y ex internos, pero rara vez son denunciados por miedo a sufrir más abusos.
Miguel Sarre, investigador del ITAM y especialista en temas penitenciarios, afirmó que algunas cárceles siguen siendo tierra de nadie, donde impera la ley del más fuerte.
Y entre el 2007 y junio de este año, la CDHDF recibió al menos 40 expedientes por tortura en cárceles.
«Una de las quejas que más llega a la Comisión son los temas de reclusorios, y no han desaparecido los casos de tortura», aseguró la Ombudsman Perla Gómez.
Familiares y ex internos señalaron que los abusos contra los reos pueden ser desde esposarlos en una reja bajo el sol, golpes o enviarlos a las zonas de castigo varias semanas.
«Hace unos días fui a ver a mi hijo a la visita y lo noté muy quemado de la piel, me comentó que un custodio lo regañó porque su ropa traía una franja blanca y como le contestó, lo encadenaron todo el día a una reja en pleno rayo del sol», contó Inés, madre de un interno del Reclusorio Norte.
A ese castigo lo conocen como «la lagartija» y se aplica para faltas menores, comentó un ex preso del Reclusorio Oriente.
El «Informe sobre el sistema penitenciario 2013», realizado por AsiLegal, Documenta y el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la Universidad Iberoamericana Puebla, refiere que las mujeres son sometidas a torturas sexuales.
«Algunas mujeres refieren haber sido torturadas con bolsas de plástico para impedirles respirar, golpes, toques eléctricos en los senos, violencia psicológica y violación», señala el documento.
‘Los custodios te dan tablazos y cachetadas’
Ismael García, un ex interno, recuerda con dolor los golpes que recibió de los custodios.
«Te puede tocar de todo, golpes o insultos, adentro los custodios te pueden hacer lo que se les pegue la gana.
«Los custodios te dan tablazos y cachetadas, sino les das el dinero de la lista o tienes deudas», explicó García, quien estuvo preso dos años.
Mientras que Ignacio, otro ex interno en el Reclusorio Oriente, señala que las agresiones se dan de acuerdo al estado de ánimo de los guardias.
«Depende mucho de cómo se encuentre el humor de los custodios, si están de buenas no te hacen nada, pero si se molestan por cualquier pretexto te dan de golpes o castigos, te encadenan a las rejas», dice Ignacio.
Según ex reos, en algunos caso se aplica «detector de la verdad», que es un palo con el que golpean a algunos internos que no pagan una lista o venden droga sin antes llegar a un acuerdo con los custodios.
Sin embargo, para los internos la mayor tortura es cuando son enviados a las zonas de castigo, donde no puede salir de un pequeño cuarto durante varias semanas.
Otros abusos de los celadores contra los presos son «el remolino», que consiste en jalones de cabello a los reos que tienen algún mal comportamiento.
Agregaron que las agresiones no son denunciadas por temor a represalias.
