México, 27 de septiembre 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Un video que comenzó a circular desde el pasado fin de semana en las redes sociales, exhibe al médico José Manuel Mireles Valverde, exvocero de grupos de autodefensa de Michoacán, estallando ante cuestionamientos sobre el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de la República.
La secuencia fue captada en una presentación del libro «Todos somos autodefensas: el despertar de un pueblo dormido», escrito por el doctor Mireles y publicado en noviembre del año pasado por Editorial Grijalbo.
Durante la sesión de preguntas y respuestas, Mireles reaccionó enérgicamente contra un reportero que preguntó si el clima de inseguridad continuará en el nuevo gobierno de López Obrador.
«Te regreso la pregunta: ¿por qué no le haces esa pregunta a Peña Nieto y al sistema que todavía le quedan dos meses?», retó visiblemente molesto.
«El otro todavía no entra», siguió ferozmente interrumpiendo al reportero que no esperaba esa reacción del autodefensa, «¿por qué no le hacemos la pregunta a los hijos de la chingada que ahorita todavía están? ¡Es lo que deben preguntar todos!», rugió alzando la voz.
«¡Se quieren chingar al que todavía no llega, por el amor de Dios!», reclamó quitándose el sombrero con actitud desesperada, mientras la concurrencia se volcaba en aplausos al líder comunitario. «¡Chínguense al que ya está, todavía no se va! ¡Pídanle esa respuesta al que todavía está!», exigió cada vez más molesto.
«Le estoy diciendo que hay muchos desaparecidos, hay muchas familias, hay muchas viudas, muchos hermanos que no están, muchos hijos que no están y no sabemos dónde están», replicó algo nervioso el reportero.
Mireles volvió a reprochar el cuestionamiento recordando que él no es autoridad y sólo es un luchador social que se ha dedicado a defender a su pueblo. Enseguida, criticó nuevamente la pretensión de «crucificar» al tabasqueño pese a que todavía no llega al poder.
«Cabrón, quieren crucificar a un cabrón que todavía no toma el poder. ¿Por qué no se chingan al hijo de la chingada que todavía está? Él es el que debe responder. ¿Pa qué preguntamos si esto va a continuar? ¿Por qué no le pedimos explicación a este wey antes de que se vaya?», insistió enérgicamente.
Opinión:
Debería ser obvio que el choteado argumento planteado por Mireles no es del todo válido, por más que la fanaticada descerebrada de AMLO ya lo haya convertido en lugar común para «blindar» al tabasqueño de las críticas. Primero: la única exigencia coherente -si es que había que exigirle algo- a Peña era que devolviera la Presidencia que se robó. ¿Acaso piensa Mireles que nadie le exigió a Peña cumplir sus promesas y cesar los atracos, las masacres y el baño de sangre? Cientos, miles, quizá millones de mexicanos se desvivieron exigiéndole al delincuente que dejara de delinquir -así de absurda era la «exigencia»- y mejor sirviera a la patria. El resultado de semejante incoherencia está a la vista: seis años de barbarie y desmantelamiento de la nación. Peña Nieto no se robó la Presidencia para servir a los mexicanos. La usurpó precisamente para vandalizar la Constitución y entregar, a punta de pistola, lo poco que quedaba del país a sus jefes oligarcas, punto. La acción correcta de la sociedad ante ello consistía en organizarse para impedir o revertir la imposición de Peña. Los mexicanos han pagado muy caro por no haber hecho lo correcto.
Segundo: el momento preciso de evitar que AMLO traicione a sus electores e incumpla sus compromisos es AHORA, no después de recibir la puñalada. Si bien hay miles de críticas torpes y destructivas contra el tabasqueño, lo cierto es que sus colaboradores han causado mucho descontento por contradecir a su jefe y avisar que no cumplirá varias de sus promesas. Las incongruencias deben señalarse y reclamarse DESDE AHORITA para dejarle claro a AMLO que los bandazos no serán tolerados. Por lo mismo, la crítica a López Obrador es un reconocimiento a su legitimidad y legalidad como mandatario. Lo suicida sería entregarle un cheque en blanco y agazaparse en la obscuridad para esperar en silencio «el cambio» sin hacer nada para impulsarlo.
Ahora bien, si la pregunta de Mireles, «¿por qué no se chingan al hijo de la chingada que todavía está?», se refiere a reaccionar para derrocar y enjaular al asesino que sigue usurpando la Presidencia, entonces lo apoyamos enteramente y nos sumamos al cuestionamiento: ¿qué seguimos esperando para tener la mínima dignidad de reaccionar y hacer la necesaria justicia que tanto demanda la nación?
