México, 9 de febrero 2017 (NOTIGODÍNEZ).- A consecuencia de las medidas de la contrarreforma energética que entraron en vigor este año, la inflación alcanzó en enero su nivel más alto de los últimos 17 años.
En particular, la «liberalización» de los precios de la gasolina al mercado que derivó en incrementos de más de 20 por ciento a los combustibles, ocasionó la escalada más alta en precios de productos y servicios desde el año 2000.
De acuerdo con el diario Reforma, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 1.70 por ciento, cifra más alta en 17 años.
Cabe recordar que la liberación de los precios de la gasolina y el gas licuado de petróleo (LP), se tenía prevista para 2018 pero fue adelantada desde este año con el fin de que particulares pudieran beneficiarse de la medida, importando energéticos y desplazando a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Como resultado, precios de gasolinas y gas LP han registrado variaciones superiores al 15 por ciento en conjunto.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) citadas por Reforma, los precios han superado el 1 por ciento de variación al inicio de año sólo en dos ocasiones: en 2010, cuando se registró una tasa de 1.09 por ciento; y en 1999, cuando alcanzó el máximo histórico de 2.53 por ciento.
Por su parte, la tasa de inflación aunal fue de 4.72 por ciento, superior al objetivo trazado por Banco de México (Banxico) de 3 +/- un punto porcentual por primera vez en 25 meses.
Reforma detalló que los aumentos inflacionarios impactaron a precios de los alimentos, bebidas y tabaco, mismos que subieron 1.20 por ciento. En este rubro destaca el limón que registró incrementos de hasta 34.32 por ciento, mientras que las mercancías no alimenticias aumentaron 0.70 por ciento.
Los golpes más fuertes al bolsillo del consumidor se debieron al aumento a las gasolinas Magna y Premium, de mayor consumo entre la población, con incrementoss de hasta 16.81 y 21.73 por ciento respectivamente.
Pese a los pronósticos optimistas —MENTIRAS— del régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, analistas advierten que lo peor aún está por venir, pues el impacto económico que apenas empieza a notarse se potenciará con el componente de la devaluación persistente de nuestra moneda, que en breve afectará a los importadores de materias primas.
Con información de Reforma