Gustavo Castillo
La Jornada
Foto: La Jornada
Habitantes de la comunidad de Tres Marías esperan a los negociadores del gobierno del estado de Morelos para retirar el bloqueo que desde hace ya más de cuatro horas realizan en ambos sentidos en la carretera México-Cuernavaca, y que ha generado asentamientos vehiculares que se extienden a lo largo de más de cinco kilómetros en ambos sentidos de la vialidad, y que motivaron que la Policía Federal activara cuatro retorno para desahogar el flujo vehicular a través de la carretera libre.
La corporación federal sólo tiene presencia con personal del área de seguridad regional, dedicada a dar fluidez en las vialidades y a brindar seguridad a los usuarios de la red carretera, sin que hasta el momento se hayan movilizado a miembros de las de fuerzas federales para retirar a los manifestantes.
Los habitantes de Tres Marías, una comunidad del estado de Morelos, exigen que el gobierno de Morelos atienda el secuestro de un vecino de esta zona, presuntamente ocurrido la noche de ayer.
Tres Marías se ha convertido desde 2012 en una zona de operación de grupos de narcotraficantes y secuestradores entre ellos integrantes del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
En agosto de 2012 personal de la Policía Federal atacó a dos miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del gobierno de Estados Unidos y un elemento de la Secretaría de Marina Armada de México, presuntamente al confundirlos con secuestradores que habían cometido un plagio en esa zona un día antes. En este caso se acreditó que los policías federales tenían la intención de asesinar a los agentes extranjeros y su acompañante.
Sin embargo en la zona se han reportado diversos casos de secuestro y también se ha llevado a cabo la entrega de víctimas de plagio y el pago de rescates por personas secuestradas.
El último caso es el de siete ciclistas, entre ellos la triatleta olímpica, Fabiola Corona, que fueron plagiados en la carretera del Ajusco y cuya liberación se realizó en la zona de Tres Marías, comunidad que permite transitar por caminos sin vigilancia entre los estados de Morelos, México y el Distrito Federal.
