México, 22 de enero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El panista y engañabobos Javier Corral no se cansa de exhibir su hipocresía, doble moral e incongruencia.
Durante las audiencias públicas en el «Senado» –secuestrado por PRI y AN– para analizar las «propuestas Enrique Peña Nieto en materia de seguridad pública y justicia» (o sea, la más grosera simulación), Javier Corral dijo algunas verdades al «gobernador» priista de Chihuahua, César Duarte, acusándolo de corrupto y de haber incurrido en delitos como enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
Y todo es cierto. El problema es de quien vienen las verdades: un panista disfrazado con piel de «honesto», «contestatario», «beligerante», pero que no dice nada de los crímenes dentro del «partido» al que ha pertenecido toda su vida política y que tanto daño le ha hecho a México, en alianza con su hermano gemelo el PRI asesino.
A manera de protesta, Corral desplegó una pancarta en la que se leía: «#VeteDuarte Qué vergüenza que en estas audiencias participe el corrupto César Duarte, sujeto a proceso penal #NoMásCorrupción», mientras el priista César Duarte, de comprobados nexos con el narco, pronunciaba su discurso desde la tribuna.
Posteriormente, Corral no se mordió la lengua para acusar al PRI y a su jefe Peña Nieto de lo que él mismo adolece: hipocresía. Según Corral, impulsan supuestas «reformas» para combatir la inseguridad pero protegen a funcionarios corruptos.
En su frenesí de acusaciones con un dedo flamígero, el farsante Javier Corral embarró al Consejero Jurídico de la «Presidencia», Humberto Castillejos, quien también fue invitado a las audiencias. Y desde luego, aprovechó la oportunidad para legitimar al asesino de Atenco.
«La presencia de César Duarte, con diseño especial para su lucimiento personal, muestra la profunda hipocresía del PRI y del Presidente de la República [nótese como legítima al usurpador] en el combate a la corrupción y a la impunidad. Flanqueado además por el Consejero Jurídico del Presidente de República [otra vez], el inquilino de la segunda casa de Las Lomas que todavía no se aclara», dijo.
Con una mano señala corruptelas y con la otra les da el espaldarazo. Terminada la pantomima, estira las dos para cobrar, y muy bien.
«El problema central de México es la corrupción», insistió Corral; «la inseguridad y la injusticia no se van a resolver mientras persistan estos procesos de simulación. Que el Gobernador de Chihuahua venga a hablar cuando está acusado, con pruebas, de enriquecimiento ilícito, de peculado, de uso abusivo de funciones y ejercicio indebido de atribuciones y facultades».
Para Corral, los priistas incurren en una abierta simulación en «combate» a delitos como el lavado de dinero, que no sólo son cometidos por la delincuencia organizada, sino también por «funcionarios» como César Duarte. Y tiene razón, pero… ¿por qué no dice nada de los corruptazos en su partido, empezando por su flamante líder nacional Ricardo Anaya, el «Señor de los Moches»? No dice nada porque es un simulador, un hipócrita y un farsante que tiene muy bien engañados a una bola de IMBÉCILES.
Para rematar su circo de simulación, Javier Corral no sólo siguió legitimando a su jefe Peña Nieto, un asesino al que él llama «presidente», además exhibió su preocupación por las iniciativas de Peña que «están en jaque» gracias a su propia corrupción y la de sus empleados priistas.
«El Gobernador de Chihuahua no tiene calidad moral para participar en estas audiencias. Están en jaque las iniciativas de Peña Nieto, ya enlodado él mismo en casos de corrupción política brutal, acaba de surgirle otro conflicto de interés. El Senado debiera enviar un mensaje distinto frente a la crisis de legitimidad que tiene el Estado», aseveró.
¿Sí, don Javier? ¿Un mensaje distinto contra la crisis de ilegitimidad? Pues empiece por renunciar a su asiento en ese falso senado y al partido ése que con Felipe Calderón dejó 100 MIL MUERTOS, a ver si es cierto. ¡FARSANTE!
Con información de Reforma