México, 23 de septiembre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Mientras el criminal Graco Ramírez Garrido, desgobernador perredista del convulsionado estado de Morelos, lucra políticamente con los donativos de la ciudadanía para los damnificados del sismo del 19 de septiembre pasado, Jojutla, uno de los municipios más afectados, yace en ruinas clamando por la ayuda que no llega.
Según testimonios recabados por el diario El Economista, tanto el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, como el desgobierno estatal de Graco Ramírez, no han ayudado en las labores de restauración y entrega de víveres en el municipio, y encima, estorban a los ciudadanos de otros estados que quieren entregar personalmente la ayuda.
Los donativos del pueblo mexicano sobran, según los testimonios, y así lo demuestran centenares de videos que circulan en las redes sociales, mostrando vehículos y tráilers repletos de víveres y suministros. No obstante, Jojutla y otras localidades siguen esperando el apoyo retenido por el «gobierno» estatal en bodegas del DIF.
En tanto, pese a que hay recursos públicos destinados al apoyo a damnificados por desastres naturales, el régimen usurpador de Peña Nieto NO ha entregado ningún tipo de apoyo.
Además de víveres, el municipio requiere en estos momentos suministros como pañales para niños y adultos, alimento para bebés, materiales médicos de curación y herramientas para el retiro de escombros.
Viviendas y comercios en la plaza central fueron totalmente devastados y los que siguen en pie han sido evacuados totalmente, con el fin de evaluar su estado y determinar si es posible restaurarlos o, para evitar riesgos, iniciar su demolición.
“Protección Civil nos indicó que desalojáramos el edificio porque había daños estructurales, por lo cual se necesita hacer labores de restauración”, dijo una mujer oriunda de Jojutla que tenía su negocio en ese inmueble, y que ahora se dedica a ayudar en la recolección y reparto de víveres.
«No hemos recibido ningún tipo de apoyo del gobierno federal», confirmó.
Relata El Economista que el centro de Jojutla es una zona de desastre, donde la mayoría de locales e inmuebles de comercios que sobrevivieron al sismo, han sido marcados para su próxima demolición.
Las «autoridades» marcan los inmuebles con un círculo rojo cuando no hay nada qué hacer para restaurarlos; amarillo para indicar que se requiere una reconstrucción casi total, y verde que equivale a una construcción sin daños. Sin embargo, el medio aquí citado confirmó que, al menos en siete calles en línea recta sobre Constitución del 57, solamente dos inmuebles fueron marcados con círculo verde.
Otros comerciantes evacuados de sus locales, instalaron campamentos sobre la calle González Ortega para cuidar sus mercancías, debido a la inseguridad en la zona y la rapiña desatada tras el sismo.
Por si fuera poco, no pueden salir del área para ir a sus casas debido a que personal de Protección Civil ya no les permitiría reingresar. En dicha calle, un 80 por ciento de los comercios están derrumbados. Se estima que 57 mil 121 pobladores han quedado sin empleo, pues dependen del comercio.
Mientras tanto, según los testimonios, policías, militares y personal de Protección Civil se pasean en la zona tomando fotos de los daños, sin ofrecer respuestas concretas sobre qué es lo que se hará para la reconstrucción de la zona.
Entre 20 y 25 comunidades aledañas al municipio no han recibido víveres ni ayuda. Pobladores hicieron énfasis en que el «gobierno» estatal y el régimen usurpador de Peña han estado ausentes de la tragedia, con todo y que el asesino de Atenco estuvo en Jojutla pero sin recorrer las calles devastadas.
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— La Jornada (@lajornadaonline) September 23, 2017
Con información de El Economista
