México, 13 de abril 2015 (NOTIGODÍNEZ).- En menos de diez minutos y por decisión unánime de seis votos –incluyendo el suyo propio– Constancio Carrasco Daza fue designado como nuevo «presidente» del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en sustitución del criminal peñista Alejandro Luna Ramos.
Carrasco Daza será el encargado de avalar la «elección» intermedia hasta el final de la encomienda de la actual integración de ese órgano, en el último trimestre del 2016.
Constancio Carrasco Daza es primo de Diódoro Carrasco Altamirano, un delincuente señalado por sus brutalidades cuando desgobernó el estado de Oaxaca, abanderado por el PRI, de 1992 a 1998. Carrasco Daza también ha presumido ser pariente del priista Ulises Ruíz, otro desgobernador represor de Oaxaca, e incluso fue «funcionario» durante la gestión de ambos priistas.
Impulsado por sus «influencias» y compadrazgos en el PRI y AN, Constancio Cararsco tuvo un ascenso meteórico en su carrera dentro del Poder Judicial de la Federación. Luego de encabezar la Procuraduría de Justicia de Oaxaca, llegó a ser miembro del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) desempeñando varios cargos en el mismo, hasta ser electo como «magistrado» del TEPJF para el periodo 2006-2016.
En 2006, Carrasco fue acusado de fabricar un proceso administrativo desde el CJF al Magistrado oaxaqueño Francisco Salvador Pérez, quien ese año pidió a la Suprema Corte y al entonces TRIFE se investigara la violación sistemática del voto ciudadano en la entidad. El jurista fue sometido a una “investigación” inquisitoria luego de manifestar su simpatía por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y posteriormente destituido en 2008.
En 2012, ya como integrante de la Sala Superior del TEPJF, Constancio Carrasco Daza fue desigando para integrar la comisión tripartita que calificó la «elección» presidencial de aquel año, desechando todas las pruebas del fraude, impidiendo la investigación de la Unidad de Fiscalización del IFE sobre el caso Monex y, finalmente, avalando la imposición del asesino de Atenco.
El 30 de mayo, la Sala Superior refrendó su negativa a congelar las cuentas y contratos del Banco Monex que se estaban utilizando para comprar el voto en favor del PRI, a petición de la Comisión de Quejas y Denuncias del IFE. Carrasco Daza, por supuesto, apoyó la moción de negar la congelación de las cuentas «porque las pruebas no fueron suficientes para acreditar la denuncia».
Salvador Olimpo Nava, Flavio Galván Rivera y Constancio Carrasco Daza pasaron a la historia como los encargados de elaborar el dictamen sobre el cómputo final de la «elección» presidencial, su posterior calificación y la declaratoria de presidente electo. Es decir, fueron los encargados de legitimar al actual usurpador desde los «tribunales». Por tanto, pesan sobre ellos todas las traiciones a la patria y crímenes de lesa humanidad que Peña Nieto y la mafia que lo impuso han estado cometiendo, más los que se acumulen.
Con información de La Jornada
con esto menos. creeremos en el gobierno