México, 13 de enero 2016 (NOTIGODÍNEZ).- México está bañado en sangre como nunca en la historia, y los mamarrachos causantes del desastre se rasgan las vestiduras por lo que ocurre en otros países… Vomitiva la doble moral sangrienta de esas alimañas y doblemente vomitiva la indignidad del pueblo que los sigue manteniendo.
El ataque del pasado sábado 9 de enero en el municipio de Arcelia, Guerrero, sumó otra víctima mortal luego de que el cadáver de José Eutimio Tinoco, una de las 17 personas secuestradas tras la irrupción de un comando en una fiesta, apareciera con huellas de tortura cerca de la comunidad de El Salitre.
De acuerdo con el portal El Sur, el cuerpo de José Eutimio Tinoco, propietario de una cadena de tortillerías en el municipio, fue ubicado alrededor de las 7 de la noche del sábado, durante un recorrido policiaco en zona conocida como la cañada de Arcelia. El cuerpo mostraba signos de tortura en los brazos y un impacto de bala en la cabeza.
Eutimio Tinoco tenía 50 años y era conocido en Arcelia como «el rey de la tortilla». Sus familiares identificaron el cuerpo en la agencia local del ministerio público.
Con éste hallazgo, suman cuatro las víctimas mortales del ataque a los habitantes de ese municipio en el convulsionado estado de Guerrero.
Esta mañana, unos 300 familiares y amigos de los 17 levantados en la comunidad de El Salitre marcharon por las calles principales para exigir su presentación y también pidieron la salida de la Policía Federal, a la que acusaron de estar coludida con el crimen organizado.
Refiere el citado medio que los inconformes marcharon del Zócalo de la cabecera municipal a la glorieta de Emiliano Zapata. Portando mantas y cartulinas, exigieron justicia al «gobierno» y la búsqueda de las 17 personas que fueron levantadas por hombres armados, cuando se dirigían a una boda.
Al contingente de manifestantes se sumaron maestros y taxistas. En el trayecto, se encontraron con policiías federales que se resguardaron en sus patrullas y se encerraron con candado en las instalaciones del hotel La Novia del Sol, que usan como base. Los inconformes repudiaron la presencia de los agentes.
Los familiares de las víctimas denuncian que la Policía Federal no respondió a tiempo cuando se avisó de la presencia de hombres armados, negándose a acudir en apoyo a los pobladores.“Están coludidos con esa gente”, gritaron los manifestantes a los agentes que se asomban por las ventanas del hotel.
“Arcelia siempre estuvo tranquilo, pero llegó la Policía Federal (y) se descontroló todo. Por eso pedimos la salida de ellos, porque no hacen nada, intencionalmente”, declaró a El Sur un maestro de apellido Arzate.
Entre las 17 personas levantadas hay menores de edad. De hecho, durante la manifestación, dos mujeres portaban retratos de sus hijos: dos estudiantes de secundaria que fueron levantados en el ataque.
Hasta el momento, el Ministerio Público no ha dado a conocer los nombres de los 17 secuestrados. Sin embargo, los manifestantes aseguran que hay más personas desaparecidas pero que sus familiares se rehúsan a denunciar por temor a represalias.
Con información de El Sur
