México, 19 de septiembre 2016 (NOTIGODÍNEZ).- A media jornada bursátil, el peso se hunde y vuelve a romper su récord de devaluación frente al dólar estadounidense.
De acuerdo con información que circula en medios, en estos momentos el billete verde se vende hasta en 20.09 pesos por unidad en ventanillas bancarias, rebasando finalmente la delirante barrera de los 20 pesos.
La cotización interbancaria de la divisa no se queda nada atrás, alcanzando los 19.2520 pesos por dólar, igualmente nuevo máximo histórico.
De esta manera se «corona» el nefasto desempeño de nuestra moneda en las últimas semanas, pese a que los precios internacionales del petróleo han comenzado a repuntar. En su momento, la baja en los petroprecios fue el pretexto usado por los «analistas» para justificar la nula inoperancia económica del país y la desconfianza de los inversionistas, lo que causó las devaluaciones anteriores.
Desde el año pasado se alertó sobre la caída en el valor del peso mexicano por el fracaso rotundo de las contrarreformas, que debilitaron aún más la economía al entregar la renta petrolera a las trasnacionales y garantizarles más privilegios fiscales.
En medios se justifica la caída estrepitosa del peso por la «agitación de los mercados globales», frente al contexto de las elecciones presidenciales y los posibles anuncios de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) sobre una nueva alza en las tasas de interés.
«Las condiciones en el mercado de cambios se mantienen sin cambios. Así, la fuerte volatilidad en el tipo de cambio se da en un entorno de depreciación de monedas emergentes afectado por el tema de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y la incertidumbre sobre la decisión que tomará la Fed en su próxima reunión de política monetaria de este miércoles 21 de septiembre», señala el banco español Santander en un reporte citado por Newsweek en Español.
La constante especulación sobre estos anuncios fomenta la salida de grandes capitales hacia el vecino país del norte, provocando las devaluaciones observadas en México al depender, por un lado y en buena medida, de estas inversiones para sostener su desempeño económico, y por otro de los ingresos petroleros que no se han recuperado del todo.
Un país como México, dependiente de la inversión extranjera y sin solidez económica para hacer frente a la salida de capitales, sufre como consecuencia la pérdida en el valor de su moneda que en términos financieros implica la desvalorización de su propia economía.
Desde que Peña Nieto usurpó la presidencia en 2012, el peso ha alcanzado máximos históricos varias veces en cada uno de estos cuatro años. De hecho, el 1 de diciembre de 2012, día fatídico en que el pueblo permitió al asesino de Atenco robarse la máxima investidura, el dólar cotizaba en 12.93 pesos por unidad. Son más de 7 pesos de devaluación causada por sus «políticas» inoperantes.
Con información de Newsweek. Gráfico (derecha) de El Economista
