Jesús Aranda
La Jornada
La consignación penal (en el fuero militar y ante la Procuraduría General de la República) de un subteniente y siete elementos de tropa vinculados con el presunto ajusticiamiento de 21 personas en el municipio de Tlatlaya, estado de México, continúa generando molestia al interior del Ejército, ya que los soldados y sus familiares (en activo y retirados) critican la actuación del alto mando del Ejército Mexicano y la protección que le da la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a los militares.
Después de que La Jornada publicara el pasado martes que 3 mil 135 personas habían apoyado un comentario de internauta en su página de Facebook (texto que ahora circula de manera anónima con el título “La peor traición que nos han hecho. La tropa tiene ve, mensaje a la sociedad y a los mandos militares”, este jueves al medio día suman 55 mil 257 las personas que le han dado “Me gusta” en la red social.
Entre los comentarios, destaca el del general Ricardo Martínez Perea, preso desde hace más de 13 años y medio, a partir de un anónimo, por supuestos vínculos con el narcotráfico, quien está a la espera de que el Supremo Tribunal Militar (STM) inicie un procedimiento de reconocimiento de inocencia, en el cual, el general solicita carearse con el ex presidente Vicente Fox y el ex secretario de la Defensa Nacional (Sedena), general Ricardo Clemente Vega García, quien hace un llamado a los soldados en activo y retirados y a sus familiares a realizar una marcha para protestar por las decenas de militares que están en proceso o prisioneros injustamente.
En tanto, el comentario publicado en Facebook, cuyo texto es el mismo del que dio cuenta este diario, pero que ahora incluye la cabeza: “Fuerzas Armadas de México. Hoy en día, luchar o morir por la patria; es morir en vano, morir por nada”, critica la consignación, el pasado jueves 25, de los soldados ante el juzgado sexto castrense, con sede en el Campo Militar número uno, por su presunta responsabilidad en la comisión de delitos contra la disciplina militar, desobediencia e infracción de deberes; además de los tres soldados que ya fueron consignados por la PGR ante un juzgado federal por homicidio doloso “y lo que resulte”, además de que continúan las investigaciones sobre los otros cinco elementos que estuvieron presentes el 30 de junio pasado en Tlatlaya, Estado de México.
El texto cuestiona la decisión del gobierno federal de utilizar a los soldados en el combate al crimen organizado y que la procuraduría militar sólo actuara en contra de elementos de tropa y un oficial, dejando libres a los mandos responsables de la actuación de las tropas.
“Nunca nos dijeron que matar a un delincuente sería razón suficiente para ser enviado a prisión. Nunca nos dijeron que seríamos masacrados con granadas y que no podíamos usar más equipo, porque era mucho poder, cuando ellos, si tuvieran cañones, no dudarían en usarlos contra nosotros.
“Nunca dijeron que los caídos quedarían olvidados. Que nuestras familias estarían en riesgo. Que sólo usaríamos el arma cuando nos agredieran primero, y Dios sabe cuántos compañeros han caído por respetar esa regla.
“Nunca nos dijeron eso; nosotros lo supimos cuando sabíamos que algún compañero la estaba pagando.
“Piden que respetemos los derechos de los delincuentes. ¿Y los derechos de sus víctimas? Qué lástima que se le den estrellas y águilas a quienes entregan a sus hombres con tal de quedar bien con la gente, con el Presidente o con la CNDH. Un superior siempre va al frente de sus hombres, siempre da la cara por sus hombres y no los entrega al matadero por querer quedar bien.”
En respuesta al comentario, la gran mayoría de los usuarios criticó al alto mando de la Defensa Nacional, “por dejar solos” a los soldados. Cuestionó la labor de la CNDH por “defender a los criminales” y porque no se reconocía que los soldados que están detenidos en su momento auxiliaron a la población en casos de desastre o combatieron la delincuencia.
Entre los comentarios de los usuarios de la red social destacaban: “Por eso muchos están desertando, porque se están dando cuenta de que la mala suerte para sus compañeros puede ser la misma para ellos y sus familias. Los militares y marinos tienen fuerza y voluntad para cumplir la misión. Muchos sí van al frente a vencer o a morir, pero ahora resulta que seremos castigados por hacer las cosas como deben de ser. Esa es la peor traición que nos han hecho”.