México, 13 de enero 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Otra vez el «catarrito» que se convierte en pulmonía, otra vez los mismos delincuentes de toda la vida causando desastres económicos y luego burlándose de la inteligencia ciudadana… otra vez la repugnante inmovilidad del pueblo frente a estos agravios que se repiten una y otra vez, en el teatro del absurdo llamado México.
A unos días de que el usurpador de la «Secretaría de Hacienda», Luis Videgaray Caso y el «gobernador del Banco de México» (Banxico), Agustín Carstens, minimizaran la brutal devaluación que azota a nuestra moneda desde que Enrique Peña Nieto usurpara la presidencia en 2012, el obeso monstruoso Carstens finalmente avisó que ocurrirá lo obvio: el negociazo de la devaluación provocará que los grandes saqueadores que llegan a enriquecerse a México, se lleven sus ganancias millonarias de nuestro país.
Por eso justamente se ha denunciado que la cantaleta de la «inversión extranjera», iniciada hace poco más de 30 años, es una completa FARSA. Las grandes trasnacionales invaden México, se engordan los bolsillos haciendo negocios al cobijo del poder y luego se llevan sus ganancias –los llamados capitales golondrinos– con cualquier pretexto, dejando al país en la miseria. ES LA MISMA HISTORIA, REPETIDA DEMENCIALMENTE UNA Y OTRA VEZ.
Ante sus jefes banqueros en París, capital de Francia, el marrano Carstens encendió las luces de alarma ante la salida de capitales golondrinos que enfrentan los «países emergentes» –México– por la «elevada volatilidad en los mercados financieros», según informó ayer la agencia Proceso.
“Las economías emergentes podrían tener que recurrir a intervenciones radicales en los mercados, parecidas a las que usaron los países ricos durante la crisis financiera, para hacer frente a fuertes salidas de capital”. Sin embargo, el propio cerdo reconoció que es demasiado tarde para ello, «dada la magnitud de las salidas de capital de las economías emergentes”.
Peor aún, el sujeto indicó que «en los peores extremos» –MÉXICO–, los países tendrán que seguir siendo hipotecados a los grandes saqueadores de siempre, los bancos centrales:
“En casos extremos, los bancos centrales de países emergentes podrían tener que intervenir en los mercados de bonos y valores locales”, escupió, lo que traducido al español significa que esos bancos seguirán endeudando y saqueando a esos «países emergentes». Los eufemismos que el marrano utiliza son tan insultantes, que hasta un niño de cinco años se indignaría.
Con información de Proceso