Por servir a Trump, Peña convierte a México en otro blanco para los enemigos de Estados Unidos

Exhibido en su servilismo absoluto ante Estados Unidos, el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, intentó justificar su estúpida decisión de expulsar y declarar persona non grata a Kim Hyong Gil, exembajador de Norcorea en México, quedando nuevamente en ridículo ante la respuesta del diplomático extranjero, quien calificó su expulsión como un acto de ignorancia por parte del régimen mexicano. Pero, ¿de quién es la vergüenza mayor? ¿Quién lleva cinco años manteniendo a esos criminales que tanto agravian y ridiculizan a México ante el mundo?

Luis Videgaray Caso es un delincuente de la más baja ralea. En 2012 fungió como coordinador de campaña del asesino de Atenco, orquestando la triangulación de recursos de «procedencia desconocida» -erarios estatales, empresas, narco, etc.- a la fraudulenta campaña del hoy usurpador, para financiar las millones de tarjetas Soriana y Monex, la compra de votos y la sobreexposición mediática de Peña Nieto. Cinco años después, los delitos fueron acreditados y «sancionados» con una multita para el PRI y sus cómplices. ¿Y quién paga? Mírate al espejo.

El hoy «titular» de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) -incompetente confeso para el cargo- ha dejado muy claro que su presencia ahí es aún más perjudicial que su paso por Hacienda, y puede tener consecuencias verdaderamente graves en un futuro no muy lejano. Nuevamente, como en todos y cada uno de los crímenes que Peña y sus esbirros han perpetrado contra México, la culpa será del pueblo que permitió su imposición y no ha hecho absolutamente nada para revertirla.

En tanto, Videgaray intentó arreglar el desaguisado de su jefe Peña y declaró hoy que nuestro país «no ha roto relaciones diplomáticas con Corea del Norte», pese a dar trato de indeseable al exembajador asiático y emplazarlo a salir de México en 72 horas contadas desde el 7 de septiembre.

“No hemos roto relaciones diplomáticas con Corea del Norte, pero sí queremos enviar un mensaje muy claro de absoluto rechazo a estas conductas, que además de ser violatorias al Derecho Internacional y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, son amenazas de carácter nuclear hacia aliados fundamentales de México y que ponen en peligro la paz mundial”, se adornó el pretencioso individuo, tratando inútilmente de ocultar que la expulsión del embajador fue un claro gesto de cooperación con Donald Trump, presidente de Estados Unidos. El matiz de aclarar a posteriori que «no se han roto relaciones» lo delata mucho más.

El falsario sujeto siguió repitiendo el discursito sobre la «escalada nuclear y las amenazas» de Norcorea a los aliados de Estados Unidos -Japón y Corea del Sur-, a los que, sin atribución ni autoridad moral, legal ni legítima alguna, se anexó en nombre de México pese a que Norcorea jamás ha agredido a nuestro país.

«A raíz de la sexta detonación y particularmente como consecuencia de que un misil sobrevoló el espacio aéreo de Japón, aliado para México, se tomó esa decisión», declaró Videgaray a los medios. Presumió también que la expulsión del embajador forma parte de «otras acciones de carácter diplomático que ha tomado México» frente a la supuesta hostilidad de Corea del Norte hacia los jefes de Peña.

«El año pasado se redujo el número de funcionarios diplomáticos autorizados en la embajada de Corea del Norte de siete a cuatro y este año decidimos a raíz de nuevas pruebas de ese tipo, no acreditar un embajador mexicano ante ese país”, fanfarroneó.

En seguida, recordó el Tratado de Tlaltetolco para seguir maquillando su obediencia y subordinación manifiesta hacia el vecino país del norte:

“Recordemos que la posición histórica de México ha sido siempre en contra de la proliferación de armas nucleares. En México se firmó hace 50 años el Tratado de Tlatelolco que permitió la desnuclearización de la región latinoamericana”.

Las verdades a medias son mentiras cuando se enuncian para racionalizar absurdos, manipular y engañar. México ha tenido desde hace décadas relaciones de colaboración y amistad con muchos países, entre ellos Corea del Norte. Jamás, hasta este momento, nuestro país había intervenido en las pugnas de otras naciones con las que tiene relaciones diplomáticas, tomando trinchera por alguna de ellas.

En tal sentido, respondemos a quienes vuelven a darle el beneficio de la duda al asesino de Atenco -cinco años de ignominia no les han enseñado nada- argumentando que «en esta ocasión sí tomó la decisión correcta para proteger a México». Falso. La verdadera protección que siempre gozó México fue su imparcialidad y respeto a la soberanía de otros países, así como su neutralidad en conflictos internacionales aún tratándose de Estados Unidos y sus aliados.

La expulsión del embajador norcoreano es un craso error que vuelve a liquidar esa neutralidad histórica. En su afán de ponerse como tapete de Trump, Peña Nieto ha convertido a nuestro país en otro blanco más para los enemigos de Estados Unidos.

Síganlo manteniendo…

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Un comentario:

  1. Esos hijos de perra matones y traidores a la patria (Nieto y todos sus lamehuevos) no nos representan, nosotros el pueblo mexicano no queremos conflictos con ningún Estado hermano, al contrario queremos que todos seamos felices, así que no les hagan caso a esos culeros que dicen que representan a México.

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