México, 10 de mayo 2016 (NOTIGODÍNEZ).- En menos de un mes, dos menores de edad han perdido la vida en clínicas del empobrecido y saqueado estado de Chiapas, mientras que otro infante se encuentra al borde de la muerte por falta de medicamentos.
De acuerdo con la agencia Proceso, Héctor y Moisés Gómez, dos indígenas tzotziles menores de edad, fallecieron intoxicados hace dos semanas tras ingerir accidentalmente ampolletas de penicilina.
Sus padres llevaron de inmediato a los niños al Hospital de la cabecera municipal de Chanal, sin embargo el nosocomio no disponía de personal suficiente ni medicamentos, por lo que fueron trasladados en ambulancia hacia San Cristóbal de Las Casas, pero fallecieron en el camino.
Hasta el momento, ni el desgobierno del priista (PVEM) Manuel Velasco Coello, ni la secretaría de salud estatal, se han responabilizado por lo ocurrido ni mucho menos han dado a conocer si el hospital de Chanal ya cuenta con el personal médico y medicinas para la población.
En cambio, las «autoridades» pretenden culpar a un grupo de indígenas que protestaban en la carretera que conduce a San Cristóbal de las Casas, ya que presuntamente impidieron el paso de la ambulancia que trasladaba a los pequeños.
No obstante, omiten mencionar que ese traslado no hubiera sido necesario si el hopital de Chanal contara, como debería, con el personal y dotación medicamentosa necesaria para atender emergencias comunes, como intoxicaciones de niños pequeños.
Proceso informó hoy que otro niño se encuentra al borde de la muerte, también por falta de medicamentos ahora en dos clínicas de Ocosingo.
Según el citado medio, Rogelio, de cinco años de edad, fue mordido ayer lunes por una serpiente coralillo. Sus padres, Jesús Artemio Paniagua Trujillo y Erika López Aguilar, lo llevaron de emergencia al Hospital de Ocosingo donde no pudieron atender al pequeño por falta del antídoto. Posteriormente intentaron en la clínica del IMSS-Prospera N. 32 de esa misma ciudad, pero tampoco tenían medicina para atenderlo.
Aunque médicos y enfermeras hicieron lo que pudieron, el niño comenzó a sufrir parálisis y otros efectos de envenenamiento. El medicamento finalmente llegó a la clínica a la 1 de la madrugada de este martes, sin embargo se denunció que no era el adecuado para tratar al menor afectado, ya que se trataba de antídoto para piquete de alacrán, no para mordedura de viperino color amarillo.
Pese a ello, el fármaco le fue suministrado pero hasta el momento se desconoce si tuvo efecto alguno en el organismo del niño.
En su desesperación, personal médico solicitó apoyo en redes sociales para obtener el antídoto correcto. No obstante, el gerente delegacional del programa IMSS-Prospera, César Ernesto Ulig Gómez, los reprendió por hacer público el caso del niño y exhibir la falta de medicamentos.
Hasta el momento, el estado de salud del pequeño se reporta como grave, al presentar parálisis completa por efecto del veneno. Se le aplicó una transfusión sanguínea y es asistido por un aparato de respiración. Se informó también que será trasladado al Hospital Dr. Gilberto Gómez Maza, ubicado en Tuxtla Gutiérrez, donde será atendido por médicos en el área de urgencias.
Con información de Proceso