Presa de la muerte El Zapotillo también desataría crisis alimentaria en Guadalajara y zona conurbada

Mauricio Ferrer
La Jornada

18 de septiembre 2014.- Para Pedro Arrojo Agudo, Premio Goldman de Medio Ambiente en 2003, la construcción de la presa El Zapotillo, sobre el río Verde de la región Altos de Jalisco, representa una visión apocalíptica en el tema de agua para Guadalajara y las poblaciones de aquella zona.

Una crisis de alimentos futura para la zona metropolitana de Guadalajara (la región de los Altos produce el 70 por ciento de la leche, el 90 por ciento de los huevos y la dos terceras partes de carne de cerdo que acá se consume) y un posterior enfrentamiento “fratricida” entre los pobladores de aquella parte de la entidad y los de la capital de Jalisco, son algunas de las previsiones hechas por Arrojo, profesor emérito de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, España.

La visión del experto –una autoridad en la materia y miembro también del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua para el Estado de Jalisco– la conoce el propio gobernador de la entidad, el priista Aristóteles Sandoval Díaz.

Arrojo y Sandoval sostuvieron una reunión que se extendió por más de media hora. En ese tiempo, el académico le desmenuzó un documento preparado de 11 puntos en los que abordó la crisis de agua que enfrenta Jalisco.

El Zapotillo, que construye la empresa española Abengoa –una compañía que fue sacada de Bolivia en el año 2000, tras una serie de protestas en Cochabamba– no es la solución para afrontar tal crisis hídrica, de acuerdo con el especialista.

«En 10 años que he venido a Jalisco, me he dado cuenta que Jalisco vive un momento crítico en materia de agua. Pero también he visto que cada año ha crecido el interés ciudadano y el interés del tema en la prensa, esas son las bases principales para un cambio”, dijo esta mañana Arrojo en una rueda de prensa en el Congreso del Estado.

La crisis del agua en la entidad ha sido causada por tres factores: la toxicidad en los cuerpos de agua del estado, la sobreexplotación de cuerpos de agua y una crisis de gobernanza.

«Ante esa crisis, tienen un grave problema el estado y el país. Se heredó un proyecto que si logra hacer el trasvase (de agua de Los Altos hacia Guanajuato), se afectará enormemente la capacidad de maniobra para afrontar la crisis”, aseguró Pedro Arrojo.

La presa concebida durante la administración del ex presidente de México, el panista Vicente Fox Quesada y heredada a los actuales gobiernos priistas federal y estatal, está plagada de inconsistencias, de acuerdo con el Premio Goldman.

Como punto de partida, oficialmente se ha declarado que los acuíferos de la región de Los Altos están sobreexplotados. Llevar agua de un sitio que no tiene agua a otro es la principal incongruencia, se desprende del análisis del conocedor.

«Es como si el doctor le dice a usted que tiene los pulmones hechos polvo por la tuberculosis, pero que no se preocupe, que va ser donante de sangre”, expresó.

El cambio climático también será factor en contra para el agua de la región. Un aumento de entre 3 y 4 centígrados ocasionará que las plantas silvestres y de cultivo necesiten más agua.

«Si el trasvase se realiza, en las futuras sequías agravadas por el cambio climático, el agua disponible de la cuenca se tendrá que destinar al trasvase, prioritariamente, en la medida que atendería un pretendido uso urbano, prioritario sobre los usos agro-ganaderos”, se lee en el punto 5 del documento que Arrojo entregó al gobernador de Jalisco.

En tales circunstancias, el agua de El Zapotillo, clasificada ya como de “uso urbano” no llegará a los campesinos y ganaderos de la región, lo que afectará el consumo de alimentos.

«El agua va a ser más cara para la gente de Los Altos. Actualmente, toman agua de 80, 90 metros de profundidad. Con El Zapotillo, se tendrán que ir hasta 450 metros de profundidad y además con tubos de 100 kilómetros de distancia […] Se hace una demagogia cuando se dice que Los Altos va a recibir agua de El Zapotillo”, añadió.

Una de las situaciones más delicadas que causará el trasvase de agua de Jalisco hacia Guanajuato, será el conflicto por el agua entre Los Altos y Guadalajara.

«Si el trasvase se llevara a cabo, más allá de inundarse Temaca, el conflicto de la escasez de aguas se situaría en el seno del estado de Jalisco, induciendo un enfrentamiento fratricida entre Los Altos y Guadalajara, especialmente en los futuros ciclos de sequía. Si se consigue evitar este trasvase […] Temaca no tendría que ser inundado y un acuerdo fraterno entre Los Altos y Guadalajara sería fácil […] Si en un futuro se quebranta la meritoria y sorprendente red socio-productiva de Los Altos, Guadalajara y León, recibirían nuevas oleadas de miseria que no harían sino agravar sus problemas y los de México en su conjunto”, le manifestó el especialista al gobernador en los puntos 10 y 11 del documento.

Pedro Arrojo recordó que en Zaragoza, las autoridades tuvieron que parar un proyecto de trasvase tras la movilización pacífica de 400 mil personas. Y llamó a un debate serio de la presa con universidades y expertos.

«Hay que reaccionar ante la clase política que no entiende sólo con argumentos, se necesita la fuerza social”, concluyó Arrojo.

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