México, 25 de junio 2018 (NOTIGODÍNEZ).- A la par de la gasolina, el precio del gas licuado de petróleo (LP), de mayor consumo entre la población, también sigue subiendo sin control pese a las promesas en contrario de la «reforma» energética de Enrique Peña Nieto. ¿Por qué? Porque en realidad ese era el verdadero objetivo de la contrarreforma: enriquecer más y más a las empresas privadas que rapiñan el mercado de los combustibles en nuestro país, a costa, claro, de los mexicanos que se dejan saquear.
En este caso, sin embargo, y de acuerdo con el diario El Economista, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha bajado el costo del hidrocarburo en función de los precios internacionales, particularmente de Estados Unidos, pero las empresas privadas que lo compran a la otrora paraestatal y lo revenden a los mexicanos, han seguido subiendo arbitrariamente los precios.
Al 15 de junio de este año, el cilindro de gas LP de 20 kilogramos, el más demandado por la población, cuesta casi 380 pesos, 13 pesos más en un mes. El incremento promedio a nivel nacional es de 3.6 por ciento, pese que el precio de venta de Pemex a permisionarios se redujo 3.4 por ciento la par de los precios internacionales.
El Economista detalló que, en comparación con los precios reportados hace un año por los permisionarios a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el gas LP ha tenido un incremento de precio de 29 por ciento, o 4.2 pesos por kilogramo, es decir, en un año el cilindro de 20 kilogramos aumentó 85 pesos.
Los casi 750 permisionarios que realizan distribución de gas LP, explica el medio aquí citado, compran más de 70 por ciento del combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex) y el resto a importadores privados. Por tanto, tienen los mismos precios de venta de primera mano por parte de la petrolera estatal, que lo vende en pesos y reportó disminuciones de 3.4 por ciento en promedio entre los precios que otorgó en mayo y los de junio, al pasar de 12.20 a 11.70 pesos por kilo sin IVA en el promedio de sus 25 puntos de entrega, ahorro que no se ha transferido en el promedio nacional a los consumidores.
El año pasado, el precio de gas LP fue liberalizado al mercado, supuestamente, como medida para ayudar a disminuir los precios en funciones de diversos factores, entre ellos la estacionalidad y la libre competencia.
Opinión:
Ahí tienen, por enésima vez, los resultados exitosos de la contrarreforma energética. Sí, exitosos, repetimos, porque ése siempre fue el objetivo de semejante vandalismo a la Constitución: enriquecer obscenamente a las empresas criminales que finalmente se han apoderado del mercado energético del país. Pero, ¿quién es el principal responsable de que esto ocurriera? El pueblo, por haber permitido la imposición de la contrarreforma sin mover un dedo. Ahora paga, literalmente, muy caro las consecuencias.
Por cierto, ¿recuerdan la cacareada promesa de que «los precios bajarían» una vez liberalizados al mercado? De nuevo, ahí tienen los resultados: el gas LP sigue subiendo sin control exactamente del mismo modo que han subido la gasolina y otros combustibles. Lo advertimos hasta el cansancio en este medio alternativo y nadie escuchó. ¿Somos adivinos? No, simplemente tenemos memoria histórica. Lo mismo decían cuando se privatizó la banca o Teléfonos de México (Telmex), que «los precios bajarán y habrá mejor servicio». Hoy en día los bancos extranjeros cobran en nuestro país las comisiones más altas del mundo, se ponen de acuerdo para no competir y determinar el saqueo a los mexicanos, además de obtener privilegios inauditos como el rescate a sus finanzas con dinero público. Esto es México, el México hundido en un neoliberalismo salvaje y con un pueblo inmóvil e incapaz de reaccionar.
Y antes de que los «pejezombies» echen campañas al vuelo, entérense: López Obrador NO dará marcha atrás a la contrarreforma energética. Lo dijo él mismo en una entrevista que dio en Estados Unidos, pero también lo ha venido pregonando su cabildero empresarial Alfonso Romo. Solamente Paco Taibo II tuvo el valor de reclamar enérgicamente esta traición a los principios que por tanto tiempo guiaron la lucha del tabasqueño. ¿Dónde está la dignidad del resto de los AMLOvers?
Con información de El Economista