México, 28 de noviembre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Con ustedes, los hechos frente a las falsas y ridículas promesas del asesino de Atenco y actual usurpador, Enrique Peña Nieto, sobre las «bondades» de la contrarreforma energética espuria. Pero más ridícula es la gente bruta que le creyó y que sigue sin reaccionar…
De acuerdo con el diario El Economista, los precios al consumidor del gas licuado de petróleo (LP) se incrementaron hasta en 53.5 por ciento en menos de un año, entre diciembre del año pasado y noviembre de 2017, con la «reforma» energética en pleno apogeo y pese a las promesas sobre precios bajos tras la «liberalización» de éstos al mercado.
Según el citado medio, el incremento promedio nacional del precio asciende a 34 por ciento, al pasar de 13.4 pesos a 18.04 pesos por kilogramo en el periodo arriba señalado. Sin embargo, datos del propio régimen usurpador indican que hay regiones donde se vende hasta en 21.7 pesos por kilo.
Se trata de Baja California Sur, Tamulipas, Michoacán y Campeche, donde «diversos factores» han encarecido el insumo pese a la liberalización de los precios al mercado. Se suponía que la liberación garantizaría competencia entre las empresas gaseras y, por tanto, mejores precios.
Sin embargo, tal como lo hemos alertado en este medio alternativo, en México no existe la «competencia». Los grandes empresarios y sus esbirros en el «gobierno» son socios en el saqueo al pueblo, no competidores.
En la delegación Iztapalapa de la Ciudad de México, por ejemplo, el costo del gas LP asciende a 19.02 pesos por kilo este mes, cuando al arrancar el año su precio era de 15.50 pesos por kilo.
El cilindro de 10 kilos de gas LP tiene un precio de 190.20 pesos; el de 20 kilos cuesta 380.40 pesos; el de 30 kilos 570.60 pesos, y el de 45 kilos tiene un costo de 855.90 pesos. Dichos precios contrastan con las tarifas de enero de este año, cuando arrancó la liberalización de los precios al mercado. El cilindro de 20 kilos costaba entonces 310 pesos. Se trata de un aumento de más de 70 pesos en 11 meses.
Alrededor de 70 millones de mexicanos utilizan gas LP para sus necesidades diarias, que van desde calentar sus alimentos hasta el agua que utilizan para bañarse. Aprovechándose de ello, las empresas gaseras se han enriquecido con los incrementos brutales al precio del combustible.
Ése era el verdadero objetivo de la contrarreforma energética y se está alcanzando a cabalidad. ¿Quién paga? Mírate al espejo y sigue «trabajando por México»… o ten la mínima dignidad de REACCIONAR YA PARA ACABAR CON ESTOS ABUSOS.
Con información de El Economista