México, 29 de noviembre 2016 (NOTIGODÍNEZ).- El régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, sería cómplice en el tráfico de órganos de migrantes que está ocurriendo en Tijuana, Baja California, ciudad fronteriza de alta peligrosidad.
Así lo denunció el sacerdote católico y activista Alejandro Solalinde Guerra, durante una reunión en dicho municipio con representantes de organismos de derechos humanos y de instancias oficiales dedicadas al tema migratorio.
De acuerdo con el diario La Jornada, Solalinde aseguró que el «gobierno» —régimen usurpador— tiene pleno conocimiento de lo que ocurre en Tijuana con los migrantes tanto mexicanos como centroamericanos, donde una mafia de secuestradores se dedica al tráfico de órganos.
«Quiero saber qué va a pasar cuando empiecen a desaparecer los niños y las mujeres, porque hay tráfico de órganos y si lo digo es porque tengo los pelos en la mano, aunque quizá a muchos de ustedes les parezca descabellado», dijo citado por La Jornada.
El problema «está muy oculto porque hay muchos intereses, y me duele mucho decirles que hay transporte de órganos con la complicidad del gobierno. Yo pido a la Secretaría de Salud del estado que no se quede callada y diga lo que sabe sobre el tema», añadió.
Asimismo, señaló que no ha reportado el problema a su inmediato superior en la cúpula eclesiástica, obispo de Cuautitlán Guillermo Ortiz Mondragón, ya que, a decir de Solalinde, «es más priista que Peña Nieto, es mexiquense, conocido de todos ellos, él no va a hacer nada, es oficialista».
Solalinde, activo defensor de los derechos humanos de migrantes en Oaxaca y resto del país, ha denunciado en otras ocasiones la complicidad e intervención directa del régimen usurpador en el acoso a indocumentados.
En diciembre de 2015, Solalinde denunció que el régimen de Peña Nieto contrata empresas privadas para asesinar a los migrantes que cruzan México en su tránsito hacia Estados Unidos.
Por su intenso activismo y valentía para denunciar abusos, Solalinde ha sido objeto de amenzas y agresiones.
Con información de La Jornada
