México, 1 de marzo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La necropsia practicada al cuerpo del profesor jubilado Claudio Castillo Peña, fallecido a los 65 años durante el operativo de la Policía Federal en Acapulco el pasado 24 de febrero, reveló que un “traumatismo profundo de tórax” que le causó la muerte. En efecto, según los médicos, ese tipo de lesión grave puede ser causada por golpes severos.
El reporte de la autopsia, citado el día de hoy por el periódico guerrerense El Sur, también reveló que Castillo Peña presentaba 18 costillas rotas –diez del lado izquierdo y ocho del derecho– así como perforación de pulmones con hemorragia interna, lo que a la postre le causó la muerte al maestro jubilado, al impedirle respirar con normalidad y no un traumatismo cráneo-encefálico como se había manejado inicialmente.
La necropsia fue realizada por el perito médico forense Aristeo Ramírez Jaimes. En su reporte, el experto informó que el procedimiento inició a las 9:50 horas del miércoles 25 de febrero, el docente ya tenía alrededor 6 a 7 horas de muerto –autoridades confirmaron el deceso a las 4 de la mañana de ese día– y el cadáver fue ingresado al laboratorio en calidad de desconocido.
El documento en poder del diario El Sur, detalla las contusiones, heridas y daño en órganos vitales que presentaba el cuerpo de Claudio Castillo Peña, producto de la golpiza recibió durante el desalojo violento de manifestantes de por parte de policías federales, en el bulevar Las Naciones de Acapulco, muy cercano al aeropuerto de esa ciudad guerrerense.
Se observó el hemidiafragma derecho “contundido y hemorrágico y lacerado”, en el abdomen se observó al hígado en su cara posterior levemente lacerado y contundido. El colon ascendente contundido y hemorrágico, el hígado, bazo, riñones y páncreas pálidas al corte con salida de sangre líquida negruzca. Estómago y vejiga vacíos.
El cadáver tenía tres lesiones externas, “tres zonas de equimosis”, contusiones [GOLPES] simples de color violáceas oscuras en las siguientes partes del cuerpo: de 15 por 9 centímetros en el brazo y hombro izquierdo; de 23 por 18 centímetros, en la parte derecha del abdomen, de 12 por 9 centímetros en el brazo derecho.
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El cuerpo tuvo “pulmones contundidos y perforados al corte con salida de sangre liquida negruzca”, es decir que tuvo dificultades para respirar. El corazón estaba normal y no presentó fractura de cráneo.
Asimismo, durante la necropsia se encontró que el profesor padecía algún tipo de discapacidad en la pierna derecha, probablemente por secuelas de poliomelitis, pues presentaba una deformación en los huesos. En las fotografías que se han difundido del maestro en vida, se le puede ver utilizando un bastón o al interior de un vehículo durante las manifestaciones en las que participaba, hablando con un micrófono.
También se encontró una cicatriz en el lado izquierdo del tórax, “una herida quirúrgica de las que se estilan para sello de agua o drenaciones de cavidad”, procedimiento practicado a pacientes con algún tipo de insuficiencia hepática.
El martes 24 de febrero de este año, estudiantes y maestros pertenecientes a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (Ceteg), fueron desalojados con violencia del bulevar Las Naciones cercano al aeropuerto de Acapulco, durante una protesta pacífica contra la «reforma» educativa y por los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos hace cinco meses en Iguala, Guerrero.
Una columna de elementos antimotines pertenecientes a la policía federal, fue enviada al punto de la protesta para retirar a los manifestantes que pretendían bloquear la avenida, pues conduce directamente al aeorpuerto. Los agentes, armados con escudos, toletes y extintores, arremetieron a golpes contra los manifestantes, pretextando que ellos «embistieron a los policías a bordo de un autobús».
El profesor jubilado Claudio Castillo se encontraba a bordo de una camioneta y estaba justo frente a los agentes federales cuando éstos arremetieron con violencia contra los manifestantes. Durante la carga, los antimotines dispersaron a punta de golpes a los manifestantes, sin embargo el docente jubilado no pudo salir del vehículo con rapidez debido a su avanzada edad y fue golpeado salvajemente por los elementos federales.
El «Comisionado Nacional de Seguridad», Alejandro Rubido, señaló que la causa del fallecimiento del docente fue un «aplastamiento» en otro punto lejano al lugar de los hechos –pretendiendo con ello acusar a los propios manifestantes– sin embargo los resultados de la necropsia desmienten de forma definitiva esa versión.
Con información de El Sur
El problema es , que las seudo autoridades, ya salieron con su versión y peritaje virtual, y es lo que vale, tristemente ahí quedara el asunto, ellos , los federales se condujeron con toda pulcritud, dan asco estos imbéciles :/