México, 7 de diciembre 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Con ustedes, el «nuevo» PRI más ratero y putrefacto que nunca, haciendo de las suyas en la más absoluta impunidad.
El ex «gobernador» priista de Chihuahua, César Duarte Jáquez, habría descontado recursos a los sueldos de 700 funcionarios de su administración, para desviarlos a las finanzas del PRI en el estado.
De acuerdo con la agencia Proceso, la «secretaría de hacienda» estatal llevó a cabo las retenciones a «funcionarios» públicos de puestos medios y altos. El monto total de las retenciones ascendió a cerca de UN MILLÓN 200 MIL PESOS MENSUALES, mismos que eran canalizados al PRI vía cheque autorizado por la propia dependencia, según denunció una empleada del nuevo «gobierno» panista.
El cheque era cambiado y los recursos eran entregados en efectivo al secretario de administración y finanzas del PRI de Chihuahua.
Se calcula que durante el sexenio de Duarte, al menos 79 MILLONES DE PESOS fueron canalizados de esta manera al PRI, aunque la cifra podría ser mayor debido a que sólo se han contabilizado las retenciones aplicadas a funcionarios de las secretarías estatales. Falta auditar a los organismos descentralizados.
Sólo en 2015, año electoral, se entregaron al PRI más de 14 MILLONES DE PESOS provenientes de los sueldos de «funcionarios» duartistas.
La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), dependencia usurpada por compañeros de partido del propio Duarte, informó que investigará los hechos denunciados por la nueva «administración» estatal.
Proceso detalló que las retenciones salariales indebidas destinadas presuntamente para apoyar al PRI, constituirían el delito electoral establecido en el artículo 11, fracción V, de la Ley General en Materia de Delitos Electorales que sanciona al servidor público que solicite a sus subordinados aportaciones de dinero o en especie para apoyar a un precandidato, candidato, partido político, coalición o agrupación política.
¿Esto debería sorprendernos? Por supuesto que no. Se trata simplemente del PRI siendo… el PRI. Pero claro, las «instituciones de justicia» usurpadas por sus cómplices aprovecharán para hacer el teatro simulador de perseguir y, acaso, «sancionar» a un par de peces flacos involucrados en estos delitos, mientras peores delincuentes como Enrique Peña Nieto —que aplicó éstas y peores mañas para robarse la presidencia— siguen risa y risa en los cargos que están usurpando, mantenidos por los mexicanos que no reaccionan para liberarse y ponerlos en su lugar.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO»: AMLO.
Con información de Proceso
