México, 18 de febrero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La guerra contra el diario Reforma en territorio PRI (Estado de México) ha sido declarada oficialmente, porque a los delincuentes que tienen secuestrado a ese violento estado y el resto del territorio nacional, no les gusta que balconeen sus corruptelas, robos y asesinatos desde los «gobiernos» que están usurpando. Y eso que Reforma está bastante alineado al actual régimen priista. Ya lo ven, revolcarse con criminales no es garantía de NADA y sólo trae más problemas.
No habían transcurrido ni dos días del atentado a balazos perpetrado contra un centro de distribución del diario Reforma el pasado domingo en Tlanepantla, cuando el rotativo ya estaba reportando un nuevo acto de hostigamiento sobre dos de sus colaboradores en el mismo municipio.
Alrededor de las 2:00 horas de la madrugada de ayer, según reportó el medio, cuando el operador del camión repartidor de Reforma terminó de recolectar los ejemplares no vendidos del día anterior y arrancaba para dirigirse a otro centro de distribución, un vehículo que estaba estacionado metros adelante lo alcanzó a gran velocidad y lo rebasó dándole un cerrón, en clara maniobra intimidatoria.
Detalla el diario que los hechos ocurrieron justo frente al sitio donde el franquiciatario recibió el balazo el domingo en la madrugada.
Muy cerca de ese punto hay una cámara de seguridad del Ayuntamiento de Tlalnepantla que debió haber grabado el momento de la agresión. El aparato está instalado sobre una caja metálica roja marcada con el número 0076 junto con dos focos rojos y un altavoz. Todo ese dispositivo de vigilancia está ubicado a sólo 7 metros del área del ataque, por tanto los hechos deben estar registrados.
Reforma buscó al subdirector de Seguridad Pública de Tlalnepantla, Enrique López, para cuestionarlo sobre la existencia de la grabación en el lugar y hora de la agresión contra su repartidor, sin embargo el sujeto dijo desconocer si la misma existía y se limitó a decir que «lo están analizando».
Minutos más tarde, uno de los distribuidores del periódico fue «abordado» por dos sujetos –un hombre y una mujer– que viajaban a bordo de un automóvil marca Bora de color blanco.
Uno de ellos –el masculino– bajó del vehículo y exigió al repartidor el nombre del franquiciatario herido en la cabeza tras el atentado del domingo. También lo presionó para que revelara en qué hospital está internado. El repartidor sólo guardó silencio, logrando que los sujetos se retiraran finalmente en el mismo vehículo sin que la situación pasara a mayores, aparte la intmidación.
El individuo dijo ser «policía federal» pero nunca mostró documento alguno que lo acreditara.
Estos hechos se dan en un ambiente de acoso contra el peródico Reforma en el Estado de México, desde la publicación de una nota del 7 de febrero en la que se informó el plagio de Raúl Vázquez Tapia, hijo de la regidora Esther Tapia que había estado denunciando las corruptelas y abusos del ex «edil» priista David Sánchez en el municipio de Naucalpan. A partir de entonces, dos reporteros fueron amenazados y detenidos por elementos del Grupo Élite de Reacción Inmediata (GERI) en dicho municipio.
Luego, el pasado domingo, un centro de distribución del medio ubicado en la frontera entre Naucalpan y Tlalnepantla, fue baleado por sicarios desde un vehículo en movimiento. En los hechos resultó herido en la cabeza un franquiciatario.
Las organizaciones Human Rights Watch y Artículo 19 repudiaron estos actos de intimidación contra el diario Reforma, exigiendo que las «autoridades» investiguen los hechos y garanticen el ejercicio de la libertad de expresión. En otras palabras, estas organizaciones le hicieron al cuento exigiendo a los criminales «investigarse a sí mismos», sólo para cubrir el trámite de fijar un posicionamiento frente a la violencia desatada contra periodistas en el actual régimen usurpador.
Con información y foto de Reforma
