Slim, beneficiado con obras del nuevo aeropuerto, minas, petróleo, etc., llama a respaldar a Peña

México, 27 de enero 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México ampliamente beneficiado y enriquecido en el actual espuriato, dio su espaldarazo —¿parte del pago?— a su benefactor, el asesino de Atenco y actual usurpador Enrique Peña Nieto, con el pretexto de la «unidad frente a Donald Trump».

El magnate anunció que ofrecería una conferencia de prensa a mediodía, misma que atrajo toda la atención de medios como si el mensaje del sujeto fuera de la más alta importancia nacional.

Erigiéndose en «estadista» y «consultor» sobre patriotismo, dignidad nacional y soberanía, el magnate que construyó su imperio tras la privatización a modo de Teléfonos de México (Telmex), inició su mensaje brindando su apoyo irrestricto a Peña Nieto, llamando a la unidad nacional en torno al usurpador y hasta «poniéndose a su servicio».

«Hay que respaldarle (a Enrique Peña Nieto). Lo estoy apoyando. Para lo que esté disponible para servirle a México, encantado. Yo apoyo al país”, abrió boca el monopolista mexicano, ampliamente beneficiado con las contrarreformas.

“Esta unidad nacional para mí es sorprendente y el mayor gusto de mi vida, que no la había visto ni en el sismo de 1985. Esta actitud del pueblo mexicano, anteponiendo la unión, es sorprendente ante este desafío», siguió.

Las palabras del empresario, el más rico de México y uno de los 6 más acaudalados del mundo, consolidan la campaña de «unidad nacional» que iniciaron medios de comunicación esta semana, luego de que el mandatario estadounidense Donald Trump firmara la orden ejecutiva para construir un muro a lo largo de la frontera con México.

Aprovechando mañosamente la coyuntura, los cómplices de Peña Nieto se desbarataron en lisonjas, muestras de apoyo y llamados a «cerrar filas» con el usurpador, desviando la atención de las fuertes protestas desatadas todo este mes contra los incrementos a la gasolina, así como los crímenes de «estado» usurpado como el caso Ayotzinapa, que ayer cumplió 28 meses de impunidad.

En el mismo sentido se pronunció el monopolista Slim, para luego referirse a Donald Trump y aconsejar no «espantarse» con los desplantes del estadounidense, asegurando que el sujeto es «negociador» y que, con el tiempo, bajará su hiper-actividad.

Desde hace décadas, beneficiado por el régimen usurpador de Salinas de Gortari, Carlos Slim Helú concentra una riqueza monstruosa. La revista Forbes calcula su fortuna en aproximadamente 50 MIL MILLONES DE DÓLARES. Sus grandes consorcios, formados sobre la base del servicio público de telefonía que obtuvo irregularmente, se han beneficiado del «marco legal» que da manga ancha para evadir el pago de impuestos, generar ganancias exorbitantes en la bolsa con tácticas corporativas prohibidas en otros países, ofrecer empleo esclavista (sin derechos) y bajos salarios, entre otras prácticas abusivas «perfectamente legales».

Sólo en el actual espuriato, las empresas de Slim han obtenido concesiones diversas en sociedad con otros «amigos» del régimen usurpador. Entre ellas destacan las obras del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, otorgadas también a priistas del Estado de México y el Grupo Atlacomulco.

La contrarreforma al sector de telecomunicaciones, que simuló abrir el mercado del triple-play (telefonía, televisión e Internet) para acabar con los monopolios, en realidad permitó al magnate expandir sus negocios, pues ahora renta la infraestructura que requieren sus competidores interesados en rapiñar el mercado.

Slim también gozará de los beneficios de la contrarreforma energética. Su nueva empresa Carso Oil & Gas, creada poco después de vandalizarse la constitución para que particulares puedan saquear petróleo, espera obtener yacimientos a subastarse —literalmente— en la Ronda Dos de la contrarreforma. Su intentona de obtener una tajada de este negocio multimillonario en las rondas anteriores, se vio frustrada por la llegada de las trasnacionales estadounidenses y europeas, las empresas vinculadas a Salinas y al PRI, así como Grupo Higa, que «ganaron» las concesiones.

Pero los intereses de Slim no paran ahí. También es dueño de mineras (Frisco, María) que saquean la riqueza metalúrgica nacional a cambio de nada. En la contrarreforma fiscal se fijó un «impuesto» ridículo de poco más de 7 pesos por hectárea explotada, cuando las mineras —extranjeras en su mayoría— generan miles de millones de pesos mensuales a través del saqueo de oro, plata, cobre, hierro y otros metales extraídos de nuestro territorio.

¿Queda claro ahora por qué el apoyo de Slim a Peña Nieto? Todo esto debería ser suficiente para entender quiénes gobiernan realmente en este país, quiénes fraguan las contrarreformas y, por tanto, quiénes son los verdaderos causantes del desastre nacional. Peña sólo es un parapeto, un accesorio, un títere de esos delincuentes encabezados por Carlos Slim.

Con información de El Economista

NOTIGODÍNEZ EN REDES SOCIALES

¿Gustas apoyarnos? La mejor manera de hacerlo es leyendo, comentando, reflexionando y pasando la voz sobre nuestros contenidos, así como incluyéndonos en tus favoritos. ¡Gracias!

¿Qué opinas?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *