Emir Olivares
La Jornada
México, DF. Alrededor de mil 500 personas llegaron a la explanada de rectoría de la UNAM luego de marchar por el circuito interior de Ciudad Universitaria en protesta por los hechos de ayer sábado cuando un agente de la Procuraduría General de Justicia del DF lesionó por arma de fuego a dos estudiantes.
Aspectos de la movilización al interior de Ciudad Universitaria. Foto: Jesús Villaseca
Una veintena de encapuchados comenzaron a realizar pintas en la entrada principal de la Torre de Rectoría, mientras que una mayoría resaltaba a gritos que la movilización era completamente pacífica y rechazaban cualquier manifestación de violencia, lo que por momentos ha generado tensión en la protesta.
El mitin que tendría como objetivo «definir acciones» por el suceso de ayer ocurrido en el perímetro de la Facultad de Filosofía y Letras; quedó relegado al suscitarse una discusión entre quienes resaltan el diálogo y personas encapuchadas que sostienen pasar directamente a las acciones.
«Fuera porros», gritaba la mayoría de asistentes a los jóvenes con rostro cubierto quienes en diferentes momentos trataron de romper los vidrios de los ventanales del recinto universitario. Cuatro encapuchados saltaron a la terraza de ese edificio, debajo del mural norte de Siqueiros y fueron increpados por los manifestantes al reiterarles que la movilización es pacífica.
Esta tensión originó que un grueso de los manifestantes comenzara a retirarse del lugar, aunque muchos otros permanecen ahí ante las amenazas de unos de «tomar» Rectoría.
Estudiantes de la Facultad de Derecho piden no estigmatizar a los «anarquistas», pero también resaltan que no comparten sus métodos, por lo que proponen un cerco a rectoría el miércoles próximo.
Los encapuchados insisten en romper los vidrios y en respuesta a los reproches de los que aún permanecen en el sitio responden: «esto no es violencia. La violencia es del Estado. Si no les gusta, lárguense». Unos jóvenes con el rostro descubierto se han plantado frente a ellos para intentar evitarlo.
La marcha inició en las inmediaciones de la estación del Metro Copilco y desde ahí arrancó la protesta que cruzó por las Facultades de Medicina, Odontología, Economía, Derecho, Filosofía y se encaminó finalmente a Rectoría, y la cual se sumaron grupos del IPN, de la UAM y de la UACM, así como maestros y padres de familia.
Antes de llegar a la explanada, a su paso por el auditorio «Che Guevara» se hizo un alto en el avance. Los jóvenes que mantienen ocupado ese espacio propusieron abrir un debate en ese recinto para «definir acciones», pero su invitación fu rechazada.
Una vez que la marcha llegó a la explanada de Rectoría se comenzó a organizar un diálogo, aunque una veintena de personas con los rostros cubiertos se posaron frente a la puerta principal de la Torre y comenzaron a hacer pintas.
Durante todo el trayecto hubo presencia de algunas personas enchapuchadas, quienes en algún momento han pedido a los medios que dejen de grabar, sin embargo, la mayoría de los participantes no dejó de insistir en su rechazo a una movilización violenta.
En las inmediaciones del campus universitario se observó desde temprano presencia de numerosos grupos del cuerpo de granaderos, particularmente en Insurgentes y Eje 10 Sur.
Jóvenes de la UNAM han instalado barricadas; una en la Facultad de Economía y otra en Filosofía y Letras. La protesta va acompañada con gritos de «Narro, escucha, exijo tu renuncia», así como consignas para pedir justicia por el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.