México, 25 de septiembre 2014 (NOTIGODÍNEZ).- El titular de la policía municipal de Guanajuato capital, Armando Macías Acevedo, salió a justificar con mentiras la detención arbitraria y violenta contra un joven estudiante que grabó a policías mientras arrestaban aribtrariamiente a otro ciudadano de aspecto «punk» que paseaba con su perro en el Centro.
De acuerdo con una nota del diario Reforma, el citado mando policiaco declaró que el joven incurrió en desacato al no obedecer la orden de los preventivos de alejarse de la zona cuando se cumplimentaba un arresto, lo cual es absolutamente falso y se puede comprobar en el video.
«Se cumplió con el protocolo de arresto, la persona (estudiante) empieza hacer alusión a los elementos de que está grabando, él empieza a comentar que ellos están alterando (el orden) y los mismos compañeros le indican que se retire, cosa que no hace y en ese momento empieza él a tener una cierta no disposición de cooperar con lo que se está llevando a cabo», señaló.
«Empieza a no hacer caso y los muchachos emprenden la detención del mismo. No es por la videograbación, eso no tiene que ver, es más bien por el comportamiento de él», señaló según la nota de Reforma.
Y continúa:
«Tenemos que ver por la seguridad de los elementos, uno es libre de hacerlo (grabar), pero ya cuando en varias ocasiones se le había comentado que se retirara del lugar para que en su momento se procediera con la detención, él continuó, por eso en el momento se le indica que se retire y no acatar esa petición, pues en ese momento se procede a la detención», respondió.
«Es una falta administrativa, de hecho cuando pasa al juez calificador se le explicó bien el motivo, que muchas veces en las grabaciones se tiene que cuidar la integridad del oficial y por no respetar lo que la autoridad le está indicando que era que se retirara del lugar».
Todo ello es mentira. El video grabado por el estudiante muestra a los oficiales llevándose al sujeto que paseaba con su perro y en ningún momento se dirigen al ciudadano que los graba. Es hasta que les pregunta el motivo de la detención cuando el oficial que lleva al perro del hombre arrestado, lo amenaza con detenerlo a él también si sigue grabando.
–¿Qué hizo el señor, amigo?– pregunta César Alba al oficial.
–Ahorita pasa a preventiva para que le informen ahí, ¿sale? Y si sigue grabándome me lo voy a llevar a usté– amenaza el uniformado.
–Claro que no amigo, eso no se puede.
–Sí, sigue grabando y sí te llevo, ¿eh? Por eso te digo, ya deja eso o sí te llevo– insiste el oficial.
–¿Por qué, por utilizar la cámara?
–Sí, exactamente– refrenda convencido el agente.
Claramente se trata de una detención arbitraria. El joven que graba no cometió falta administrativa alguna y estaba en todo su derecho de transitar cámara en mano por las calles, incluso al grabar y documentar las acciones de los policías. Ninguna ley lo impide y ningún reglamento cívico puede estar por encima del derecho constitucional de libre tránsito.
