México, 8 de abril 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Benjamín Juárez José, dirigente de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), falleció la noche del pasado miércoles 5 de abril en los separos municipales de Matías Romero, Oaxaca, tras haber sido detenido horas antes con lujo de violencia por elementos policiacos.
Carlos Bea Torres, asesor legal de la Ucizoni, confirmó que Juárez José, quien fungía como líder suplente de la agrupación, fue golpeado por policías municipales durante su detención. Horas más tarde, ya muerto, el líder indígena fue trasladado a un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) donde se confirmó su fallecimiento.
Según el relato del abogado, los policías agredieron, golpearon y esposaron al líder de origen Ayuuk (mixe), lo que causó su muerte al interior de la cárcel municipal.
Asimismo, denunció que las «autoridades» del ayuntamiento ocultaron lo sucedido y trasladaron el cuerpo del líder social a la clínica, asegurando que iba con vida. No obstante, según reportes de la unidad médica, ya había fallecido por lo menos desde una hora antes.
Ayer viernes, integranes de la Ucizoni acompañados de habitantes de Matías Romero, despidieron a Benjamín Juárez José y exigieron justicia por su brutal asesinato.
Durante una marcha hacia el palacio municipal, los manifestantes portaron cruces de madera de color rosa y negro en señal de protesta por el homicidio de su compañero, quien tenía 63 años.
Al llegar a la sede del «gobierno» que encabeza Marcos Antonio Cabello, los inconformes realizaron pintas en el inmueble con la leyenda: “Policías asesinos, fuera Cabello, ASESINOS».
Además de ser presidente suplente de la Ucizoni, Benjamín Juárez José era delegado presidente de la colonia Hidalgo en el municipio de Matías Romero.
Si esto hubiera ocurrido en Venezuela, los «medios» nacionales e internacionales habrían armado un escándalo monstruoso y estarían exigiendo a todo pulmón la renuncia de todos los niveles de gobierno, empezando por el presidente Nicolás Maduro. Pero como se trata de otro asesinato de indígenas en México, país secuestrado por la misma oligarquía que hostiga a países no alineados como Venezuela, a nadie le importan estas brutalidades a manos de los delincuentes que usurpan el poder y del pueblo uniformado indignamente a su servicio.
Con información y foto de La Jornada