México, 20 de marzo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Hilario Ramírez Villanueva, «edil» del municipio de San Blas en el saqueado estado priista de Nayarit, no está seguro si el narco financió su guarapeta de cumpleaños del 28 de febrero pasado que, de acuerdo con información difundida por el diario Milenio, tuvo un costo total de UN MILLÓN DE DÓLARES.
En el jolgorio público, celebrado en la localidad de Huaristemba, se repartieron un millón 200 mil cervezas, se mataron 50 reses para birria y se ofrecieron otros alimentos a más de 50 mil asistentes. También se contrató a la banda El Recodo para amenizar la costosa francachela. Durante la participación en vivo del grupo musical, Ramírez Villanueva bailoteó en el escenario con una joven a quien le subió la falda en dos ocasiones frente a los miles de asistentes, dejando al descubierto su ropa interior.
Cuestionado por el periodista Jorge Ramos sobre si permitiría que a su hija le faltaran al respeto de ese modo, el sujeto declaró que «dependería de quién lo hiciera, cómo lo hiciera y en el momento» en que sucediera semejante cosa.
–¿Qué le parecería si a su hija le hicieran algo así en público y saliera en un video en todo el mundo?– increpó Ramos.
–Estee, dependiendo quién lo hiciera, cómo lo hiciera y en el momento y… o sea yo no puedo pensar por otra gente– cantinfleó el «edil».
–¿No le importaría que le hicieran esto a su madre o a su hija? ¿No le importaría?
–Estee, con ella, pues yo creo que no se deben ni de meter con mi madre. Te lo digo con respeto.
–Perdón, pero usted hizo lo mismo con Rosita. Usted sí lo puede hacer con Rosita pero nadie le puede preguntar sobre sus familiares– increpa de nuevo el periodista.
–Ah no, o sea, usted me dijo de mi hija, de mi mamá ya es otra cosa, ¿veá?
–Es la misma falta de respeto, «señor alcalde»
Para seguir exhibiendo el «cantinfleo» y la desvergüenza del sujeto, Jorge Ramos cuestionó el posible derroche de recursos públicos para costear la celebración del cumpleaños número 44 del «alcalde», que, como indicó Milenio, ascendió a un millón de dólares. En el colmo del cinismo, Ramírez Villanueva declaró que «no sabe» si narcotraficantes financiaron la pachanga, porque «no vive con ellos».
–¿Usted pagó un millón de dólares por esta fiesta?– pregunta Ramos a boca de jarro.
–Yo no he pagado ni cien mil dólares menos un millón de dólares. Yo tengo muchos amigos que me regalan y esas fiestas tengo yo haciéndolas…
–¿Pero le regalaron un millón de dólares, «alcalde»?– interrumpe el periodista.
–Esteee, pudo haber sido menos, pudo haber sido más– cantinflea el «ratero que roba poquito» –como yo no pagué directamente, ellos fueron los que me hicieron las regalías, este exactamente una cantidá así no, no se la puedo decir que sí o… porque yo no miré, ellos pagaban allá ellos pagaban acá y así.
–¿Narcos pudieron haber contribuido para la fiesta?
–Mmmm, yo creo que no, yo creo que no– contesta cínicamente el individuo
–¿Cómo que «yo creo que no»? ¿Usted no está seguro si narcotraficantes contribuyeron a su fiesta? ¿Existe la posibilidad de que narcotraficantes hayan contribuido a su fiesta?– increpa sorprendido Jorge Ramos.
–Le vuelvo a repetir, yo creo que no porque yo no vivo con las personas. Yo me dedico al campo, me dedico al comercio. Igual son los amigos que conozco, pura gente sana, pura gente de bien. Así es esto.
Hilario Ramírez Villanueva adqurió notoriedad en junio de 2014 tras confesar, durante un evento proselitista, que sí ha robado «pero nomás poquito porque la presidencia municipal está bien pobre», refiriéndose a la alcaldía de San Blas que ya había saqueado durante su gestión abanderado por el PAN. En los comicios celebrados en junio de aquel año se apuntó para seguir robándoles «poquito» a los habitantes de ese municipio, ahora como independiente y, como bien dice el dicho «EL QUE POR SU GUSTO ES BUEY, HASTA LA COYUNDA LAME», los pobladores volvieron a elegir al ladrón honesto para que los siguiera robando, aunque «poquito» porque son unos pobretones.
¿Reaccionar? ¿Encarcelar al ratero? ¿Tomar el control de su destino como Cherán o las comunidades autónomas de Chiapas? ¡Ay no, eso es impensable! ¡Qué horror! Mejor que nos robe un descarado que no tiene empacho en admitir sus rapacerías, a ser sableados por un mamarracho de traje y corbata que además presume honestidad. «De los males el menor», ¿cierto? ¡Viva México!