México, 9 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Culmina otra gigantesca tomada de pelo llamada «elecciones» con el mismo resultado de siempre: el PRI y sus aliados seguirán usurpando el Congreso en su totalidad. Que «Morena tendrá bancada», que «ganó el bronco [un priista de toda la vida disfrazado de independiente] en Nuevo León», que Cuauhtémoc será «alcalde» de Cuernavaca o que el PT no perdió su registro, son «daños» perfectamente calculados del propio sistema corrupto para legitimar una farsa monumental.
En escencia la historia volvió a repetirse con la tendencia nefasta de ir de mal en peor. La criminal alianza del PRI con el llamado «Partido Verde Ecologista de México» (PVEM), se robó en esta ocasión más curules del Congreso que en la «elección» anterior, con todo y el repudio contra el asesino de Atenco y actual usurpador Enrique Peña Nieto. ¿Cómo se explica esto? En una palabra. FRAUDE. Y el fraude empieza desde que el propio régimen que «organiza la elección» es fraudulento.
Por tanto, tiene sentido que nos digan que el PRI-PVEM no sólo mantiene su hegemonía en el Congreso, sino que incluso «ganó más posiciones» a pesar del repudio multitudinario contra su «líder» principal Peña Nieto y las consecuencias de mantenerlo en el poder: desastre económico, atraco sin precedentes («reformas»), violencia y masacres peor que con el genocida Felipe Calderón, lo cual es demasiado decir.
De acuerdo con La Jornada, con más de 13.1 millones de «votos» entre ambos grupos criminales, la alianza PRI-PVEM «ganó» 181 distritos, casi 60 por ciento del total disputado, cifra que supera los 177 que esa misma alianza mafiosa obtuvo en las elecciones federales de 2012.
Hasta ayer, con 92.74 por ciento de las actas contabilizadas en el Programa de Resultados Preliminrares del «Instituto Nacional Electoral» (INE), el PRI sumaba 10.6 millones de «sufragios», lo que representaba 29.08 por ciento a escala nacional, mientras que al PVEM le adjudicaron 2.5 millones de votos casi al cierre del programa.
Así, el PRI vuelve a erigirse como «primera fuerza» en todo el territorio nacional, ganando en 22 entidades y llevándose «carro completo» en Durango, Hidalgo, Nayarit, Quintana Roo, Tlaxcala y Zacatecas. Los 24 distritos que en conjunto hay en esas entidades los ganó el PRI, según La Jornada.
No ganó nada. En los hechos se robó esos escaños a través de un fraude que no sólo consiste en alterar los resultados finales: está la compra de votos lucrando con la miseria de la gente, la sobreexposición en medios, el desvío de recursos millonarios a las campañas, los asesinatos de candidatos y la violencia para amedrentar a la población, sembrar el terror y desviar la atención de los arreglos cupulares, las complicidades y, en una palabra, la impunidad garantizada por el propio régimen de suyo ilegítimo.
¿Y por qué esta mafia se roba el poder de forma tan descarada? PORQUE PUEDE. El día que el pueblo le ponga un alto y deje de mantenerla, se acaba el problema. Así de sencillo.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.»
Con información de La Jornada