Hugo Barberi Rico
La Jornada
TLALTIZAPÁN. Un nuevo conflicto por los asentamientos irregulares en este municipio, surgió ayer aquí ante la manifestación de comuneros que se dicen propietarios de diversos terrenos, entre ellos los de Palo Prieto, que a su vez son reclamados por más de 30 particulares.
Ante la organización de vecinos del asentamiento irregular Palo Prieto, quienes tomaron la alcaldía el pasado lunes para demandar acciones para que ya sean regularizados, los comuneros de este lugar solicitaron ayer al ayuntamiento que preside Matías Quiroz Medina, ser incluidos en las pláticas para la regularización de la tenencia de la tierra que se anunció establecerían con la presencia de gobierno federal, estatal y local.
Con las declaraciones de los comuneros se exhibió un nuevo problema, ya que se tiene más de 20 años en que particulares reclaman los terrenos ocupados por los habitantes de Palo Prieto, a los cuales el edil Matías Quiroz Medina “llamó propietarios primarios”, pero que la comuna los desconoce, “no existen”, aseguró el presidente del comisariado, Nabor Roldán.
Un grupo de ocho comuneros acompañaron a su Presidente del Comisariado de Bienes Comunales de este lugar, Nabor Roldán Morales, para manifestar su postura en la que consideraron viable el establecimiento de una mesa de trabajo, pero que esperan ser invitados por el ayuntamiento, para aclarar las cosas, pues también lamentan que a sólo un año de cumplirse un siglo de que fueron dotados con terrenos, ningún comunero cuenta con parcela, un predio o un solar, pero todo lo contrario quienes se han asentado irregularmente en terrenos de área comunal como Palo Prieto y la colonia Francisco Javier Mina.
De acuerdo al mismo, los primeros posesionarios de esos terrenos “fueron los antepasados nuestros, posteriormente estas tierras fueron usurpadas por las haciendas de Temilpa y de Acamilpa, mismas que les fueron retiradas mediante el decreto, pero en su momento el gobierno de la república indemnizó a quien en su momento lo requirió y fue el propio gobierno quien decretó que eran tierras comunales”, y por esta razón, dijo que consideran que en las mesas de trabajo no puede participar “nadie que no sea comunero”.
Dijo que están cansados de irregularidades, negocios y engaños a nombre de ellos, por lo que se organizan para no seguir ignorados. De su lado, la comunera María Isabel Salgado Zúñiga, afirmó que son los legítimos propietarios y que tienen un decreto que los respalda, un plano y que pueden demostrar que los dueños de esos terrenos sólo es un propietario “y esos somos los comuneros”.
Acusó a “muchos vivales y líderes comunales de nosotros mismos” que han vendido las tierras, cobrando mil o mil 500 pesos “y así en la (colonia irregular) Javier Mina hay un sin fin de invasores…, cuando nos compañeros ni siquiera tiene a dónde vivir”.
Afirmó que “todo el cerro de Los Cajetes nos pertenece y es una tierra que podemos habitar”.
Advirtió que el pago de un impuesto predial que realizan quienes se asientan en un terreno irregular no es una base para su reconocimiento como dueños, por lo que “somos los comuneros los que tenemos que dar autorización para que ellos se mantengan en ese lugar”.