Roxana Aguirre
La Jornada
Veracruz, Ver.- La frontera entre un fraccionamiento de clase media y una de las colonias más marginadas de Veracruz se ha convertido en el centro de una pugna entre habitantes del complejo habitacional Siglo XXI –conocido como Casas Díaz– y sus vecinos del Predio 4.
La Asociación de Residentes Unidos fraccionamiento Veracruz Siglo XXI se organizó e hizo un llamado a las autoridades municipales para que arreglen esta problemática, pues argumentan que la inseguridad que viven día a día en su colonia se debe en gran medida al libre paso que hay hacia los Predios.
Una de las vecinas indicó que la fraccionadora les vendió con la promesa de que sería un sitio totalmente cerrado, sin embargo cuando llegaron a habitar notaron que había accesos peatonales, cuando acudieron al ayuntamiento les indicaron que el libre paso no podía ser impedido.
“Pero la calle Machado, en colindancia con el predio era un Paso Vial, en 2007 Obras Públicas nos otorga dictamen que tenía que ser cerrado y no se cierra, ahora los pasos peatonales son abiertos a paso vehicular, son calles estrechas en donde no es viable el correcto tránsito”, dijo.
Ahora existen tres accesos peatonales que fueron habilitados para el paso de los vecinos, la calle Tulum y Tical, el otro en Xcaret y Tical y el último y más grande en el cruce con Machado.
“Destruyeron las escaleras y barda propiedad del fraccionamiento y construyó una barda con una pendiente de cinco metros en la que los autos se derrapan y nadie les ha dicho nada hasta el momento y lo que se pretende es negociar, lo que queremos hacer entender es que esto no se negocia”, aseguró.
Los habitantes de Casas Díaz indicaron que ya han tenido acercamientos con autoridades, sin embargo bajo el argumento de que los del Predio 4 son de una zona vulnerable, se les ha permitido seguir violentando la Ley.
“La Ley de Desarrollo Urbano no permite que se colinde entre dos fraccionamientos que no están en igualdad de condiciones, además Inmuvi indicó que no hay ningún proyecto de calle y no puede ser vialidad”, expresó.
La principal causa que provocó la molestia de los habitantes del fraccionamiento respecto a su frontera con el Predio 4 es la creciente inseguridad que viven día a día en su colonia, donde hay robos a casa habitación y a transeúntes a toda hora sin que se pueda hacer algo al respecto.
“Se ha monitoreado y detectamos que los que lo hacen salen corriendo hacia allá, se fugan muy rápido por esos caminos y la policía ya no puede atraparlos, nosotros aquí trabajamos mucho para obtener lo poquito que tenemos como para que nos lo quiten”, aseguró.
Del otro lado
Los habitantes del Predio 4 observaban la manifestación a la que llegaron policías estatales y autoridades de gobernación, unas escaleras implican una diferencia abrupta entre los paisajes de las dos colonias, mientras que en la primera hay pavimento y viviendas amplias y remodeladas con cocheras automatizadas, en la zona del predio las calles son de tierra y escombro, las viviendas un montón de lámina y maderas viejas y mucha basura alrededor.
Esperanza Lucas Gracidas llegó al Predio 4 hace 18 años, desde entonces ella sabía del plan de dejar un acceso peatonal con el fraccionamiento, que en ese entonces, era sólo un proyecto y ahora es el protagonista de la debacle.
“Estoy conforme que construyeran una barda y nos dejaran un peatonal donde pasen triciclos y personales, carros no, nosotros llegamos hace 18 años, hablamos con José Díaz Vegas y nos dijo que sólo dejarían el peatonal”, expresó.
Señaló que la apertura de pasos para los vehículos se hizo “a la brava” por muchos vecinos de los predios, aunque otros no están de acuerdo porque eso provoca el paso rápido de vehículos y pone en riesgo a sus niños.
“Por unos pagamos todos, los señores de Casas Díaz piensan que somos los rateros, ellos vienen de otras colonias, pasan por las calles corriendo, hay calles que no están ordenadas, sí lo usan de paso”, dijo.
Los habitantes del Predio 4 también han sido víctimas de la delincuencia, narran que han visto a los ladrones subir corriendo por las entradas, desde el fraccionamiento Díaz y luego perderse entre los recovecos de la zona; en algunos casos los amantes de lo ajeno han intentado meterse a sus viviendas y también terminan persiguiéndolos.