Javier Santos
La Jornada
Puerto Vallarta, 5 de agosto.- Catorce niños han sido “enganchados” en cibercafés y “posteriormente abusado de ellos” por personas adultas en este puerto.
Uno de esos casos ya se encuentra en manos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), aseguró la regidora perredista Susana Mendoza Carreño, presidenta de la comisión de Protección, quien presentará el reglamento para los cibercafés.
Ante ello se llevará cabo una intensa campaña en escuelas del puerto a fin de orientar y alertar a los estudiantes y padres de familia de las precauciones que deben tomar al enviar a sus hijos a un cibercafé, agregó Mendoza Carreño.
Subrayó que se trata de concientizar a los padres de familia, para lo cual se elaboran pósters que se pegarán en todas las escuelas. También se citará en los próximos días a todos los dueños de este tipo de establecimientos, ya que serán sometidos a una revisión general de sus condiciones por parte de protección civil.
De igual manera servirá para darles a conocer a los propietarios de cibercafés las nuevas disposiciones, se enfatizará en la necesidad de contar con espacios separados para niños y adultos, pues no pueden estar en convivencia, es decir, sentados juntos.
La edil perredista detalló que las madres de los niños que han sido víctimas se sumarán a la campaña que lanzará en los próximos días para alertar sobre el problema a los padres de familia.
Relató que el reglamento, que fue aprobado hace poco más de dos meses, contempla que la persona responsable de atender un cibercafé sea mayor de edad y no un menor, como comúnmente sucede en casi todos esos establecimientos
Al respecto, la regidora de Movimiento Ciudadano, Doris Ponce, vio con buenos ojos la campaña informativa propuesta por Susa Mendoza y se sumó a ella.
La campaña se pretende arrancar días después del inicio de clases, para lo cual se solicitará el respaldo de las autoridades educativas de la localidad.
Cabe señalar que el reglamento para los cibercafés busca separar a niños y adultos, así como obligar a los dueños de los establecimientos a que impidan que en sus equipos se vea pornografía.