Noé Zavaleta
Proceso
XALAPA, Ver. (apro).- A 100 días del inicio de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 (JCC), el gobierno de Javier Duarte decidió cancelar el proyecto de Villas Olímpicas –sufragado por Casas Carpín y Constructora Ara– y ahora hospedará a los casi 7 mil atletas en hoteles de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y en la capital del Estado, Xalapa.
Aunque en esta ciudad las 700 viviendas ya se encontraban concluidas y con logotipos oficiales de la justa deportiva y en Veracruz ya había avances en la reserva territorial, el gobierno de Duarte dio un giro y decidió que es más conveniente hospedar a los atletas centroamericanos en hoteles, para reactivar la economía.
Aunque el presidente de la Comisión Interinstitucional (de los JCC) y titular de Turismo, Harry Grappa, justificó que la decisión fue por “comodidad” y “rendimiento” de los deportistas, la realidad es que el gobierno de Veracruz no tuvo la capacidad financiera para el equipamiento de las viviendas (camas, muebles, acondicionamiento deportivo).
“La ODECABE ha aprobado la propuesta del Gobierno que encabeza el doctor Javier Duarte de Ochoa, de que los hoteles sean considerados como sede para los Juegos Centroamericanos. Es una mayor comodidad, garantizando que los deportistas tengan un mayor rendimiento, una mayor comodidad, y una mayor integración con la ciudadanía”, dice el comunicado.
Grappa admitió que los gastos de hospedaje y alimentación tendrán que ser pagados por la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe) y por los gobiernos estatal y federal. En contraste, el proyecto inicial, contemplaba que las constructoras Carpín y ARA patrocinaban un mes las viviendas –a cambio de la liberación de terrenos, construcción de accesos al conjunto habitacional y dinamización de los permisos gubernamentales–, para que al final de la justa deportiva fueran puestas a la venta.
Este miércoles, en los trabajos de evaluación con los jefes de misión de los países participantes, el gobernador Duarte justificó que su gobierno no erogó recursos para las Villas, pues sólo dio facilidades a desarrolladores.
“Las Villas que se están construyendo de hecho son casas (sic). Y que al final del día van a tener dueño, nosotros dimos las facilidades en su momento, nos obligamos a hacer la infraestructura de conectividad para que pudieran tener las condiciones de su pleno desarrollo inmobiliario…eso continúa”, expresó.
En enero pasado, el discurso era muy distinto, el presidente del Comité Organizador de los JCC, Carlos Sosa presumió que en la Reserva Territorial de Xalapa y de Veracruz se hicieron las “gestiones necesarias” para cubrir la necesidad de las Villas, una donación de las 10 hectáreas de terrenos fueron celebradas por el propio Sosa como un “logro” del gobernador Duarte, sin reparar en que esa reserva territorial pudo haber servido para gestionar vivienda para xalapeños de bajos recursos, a través de Patrimonio del Estado.
“El terreno es de la reserva del gobierno del estado, tenemos que cubrir la necesidad de las villas (Sic) y el gobernador, Javier Duarte logró gestionar que Carpin corriera con la construcción de las Villas. Es un ejemplo –presumió–, somos afortunados y estamos dejando la vara muy en alta para los próximos organizadores de los juegos en el 2018”, se vanaglorió Sosa Ahumada.
Hoy a cien días de que inicien los juegos, el gobierno de Javier Duarte buscó tapar las pifias y yerros con una con una campaña emotiva en redes sociales y regalando miles de playeras entre empleados estatales y municipales.
Incluso desde la cuenta oficial de Facebook de los JCC 2014 se ve al basquetbolista profesionales, Alonso El Diablo Castellanos (Halcones Rojos), al beisbolista, Humberto Sosa (Rojos del Aguila), a la presidenta del Congreso Local, Anilú Ingram y a cientos de empleados de las dependencias de gobierno como el Instituto Veracruzano del Deporte (IVD), DIF Estatal, Secretaria de Desarrollo Económico (Sedecop) portando las playeras alusivas a los cien días que faltan para el evento.
“Estamos a 100 días de #Veracruz2014” es la leyenda que pulula en miles de playeras y en “etiquetas” de Twitter y redes sociales, con las que el Comité Organizador de los JCC ha inundado las dependencias del gobierno de Veracruz y también el ciberespacio.