Redacción Proceso
MÉXICO, D.F., (apro).- La Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que el número de infectados con el virus del ébola en África Occidental, podría alcanzar los 20 mil, cifra casi siete veces mayor a la oficial que es de tres mil 69 casos.
De acuerdo con la más reciente evaluación del organismo internacional, dado a conocer hoy, se estima que un número indeterminado de países de África Occidental que a la fecha no han registrado casos de ébola, podrían detectarlos en cualquier momento a causa de la actual epidemia.
Sin embargo la OMS considera que si se aplican los programas de emergencia correctos, estos países podrían contener los contagios en un periodo de ocho semanas.
El organismo advierte que para poner en marcha los planes de contingencia necesarios y evitar contagios se necesitan 490 millones de dólares en los próximos seis meses.
El presupuesto, aclara la OMS, no incluye el resto de dinero necesario para mantener los servicios esenciales en los países más afectados –Guinea, Liberia y Sierra Leona– ni los costes para recuperar los dañados servicios sanitarios de esas naciones.
Hasta la fecha, la OMS ha registrado tres mil 69 casos de ébola en África Occidental -Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona y, en menor medida, Nigeria—de los cuales mil 552 personas han muerto.
La agencia sanitaria de las Naciones Unidas afirma en su reporte que las acciones prioritarias para los países más afectados son: el refuerzo de los laboratorios y del personal especializado, y de la capacidad de respuesta rápida “todos ellos en una situación crítica”.
“Algunas áreas requieren una acción urgente particular, como el entrenamiento del control de infecciones”, añade.
El plan de la OMS para combatir el virus comprende tres objetivos. El primero es lograr una cobertura nacional “total” de las acciones de respuesta a la epidemia de los países donde existe intensa transmisión.
El segundo es asegurase que existe una rápida respuesta de emergencias en los países que detecten por primera vez casos o que tengan una transmisión localizada y el tercero, conseguir que los países que no han registrado casos pero que son fronterizos con las naciones afectadas, o están situados en la región, estén preparados para ofrecer una respuesta adecuada en caso de detectar contagios.