Si esos 2 millones 323 que firmaron mejor hubieran sido convencidos de sumarse a la desobendiencia civil absoluta, Peña Nieto no estaría donde está (probablemente estaría en la cárcel, donde le corresponde) y obviamente no tendríamos el problema de revertir las «reformas»…
REDACCIÓN La Jornada
(Pie de foto: «Ahora nomás falta que mis jefes, expertos en fraudes, les permitan hacerla»)
El líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, concluyó ayer en Tepecoacuilco su gira por Guerrero, durante la cual insistió en su invitación a que se continúe recabando firmas para llevar a cabo la consulta con la cual se eche abajo la reforma energética.
En Tepecoacuilco, donde recordó su valor histórico “porque de aquí era Valerio Trujano, caudillo independentista, y se aprehendió a Morelos y comenzó su martirio”, dio a conocer que “en el reporte de anoche se llegó a 2 millones 323 mil firmas”.
“Hoy, la gente está con Morena”, afirmó el ex candidato presidencial.
Antes del acto, comió mojarra, “no capturada en la presa de Tepecoacuilco, sino traída de Guatemala”, aclaró.
La consulta sobre la reforma energética, abundó, “se llevará a cabo a pesar de los acuerdos en la cúpula del poder entre el presidente Enrique Peña Nieto, ministros y líderes de partidos que actúan como simuladores o paleros”.
Antes había estado en Atenango del Río y Copalillo, donde recibió expresiones de afecto y apoyo de los habitantes.