Redacción La Jornada
De acuerdo con los resultados de un análisis realizado por Eudoxio Morales y Alejandro Chávez Palma, investigadores de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), sobre el comportamiento de las finanzas en la entidad en los últimos tres años, que la deuda actual del estado de Puebla es de 21 mil 253.2 millones de pesos, lo que representa el 3.14 por ciento del Producto Interno Bruto Estatal (PIB). Esto sin contar los compromisos económicos que poseen los municipios y otros pasivos adicionales, con lo cual la deuda total ya supera los 26 mil millones de pesos.
La mayoría de los pasivos deriva de los Proyectos de Participación Social (PPS), esquema de financiamiento aprobado por la Legislatura local en 2012, tan solo un año después de iniciar la gestión de Rafael Moreno Valle.
Algunos organismos autónomos nacionales, como México Evalúa, han encendido las alertas rojas, pues ante la pesada carga económica ya se comienzan a ver las secuelas en las finanzas públicas estatales, con la caída estrepitosa de la economía popular y el estancamiento de la inversión pública.
Y aunque una y otra vez, la administración estatal ha rechazado que los PPS representen deuda para el estado, los especialistas afirman lo contrario:
“Aunque no se llama deuda técnicamente a los Proyectos de Participación Social, si se revisan los estados financieros sí es una deuda interna del estado, ya que se debe pagar como pasivo a largo plazo con intereses que al final van a duplicar la deuda original”, refiere el investigador Chávez Palma, encargado de coordinar el estudio titulado “Caída de la economía en Puebla y estancamiento por recortes a inversión pública. Aumenta la deuda vía PPS”.
Lo peor, señala el investigador, es que estos proyectos son totalmente improductivos, pues la mayoría solo son obras de relumbrón.
Un total de 15 mil 490.2 millones de pesos que se suman a la deuda pública directa del estado que es de 5 mil 763 millones de pesos.
A lo que se debe agregar la deuda de los municipios por concepto de alumbrado por mil 004 millones de pesos, la deuda contingente por 2 mil 263 mil pesos, la deuda no avalada (de municipios a fondo perdido) por 682 millones de pesos y las cuentas por pagar (deudas con bancos y proveedores) por 721 millones de pesos, lo que hace un total de 26 mil 023.2 millones de pesos.
Con estas cifras la administración de Moreno Valle ha superado a sus antecesores, pues en el periodo de Melquiades Morales (19992005) se triplicó la deuda, dejándola en 3 mil millones 058 mil pesos; su sucesor Mario Marín (2005–2011), también la aumentó al triple, dejándola en 9 mil millones 105 mil pesos; Moreno Valle, fiel a los pasos de sus predecesores, ya está llegando a triplicarla, pero en tan solo tres años; a ese paso la deuda al final de su mandato sería seis veces mayor que al inicio de su gestión.
Baja inversión pública y cae la economía popular
A la par que la deuda pública se incrementa súbitamente, el gasto que realiza el estado en inversión pública va en descenso.
En 2011 el gobierno destinaba 6.3 por ciento del PIB estatal a la inversión pública, para 2012 bajó a 4.8 y en 2013 cayó hasta 4.2 del PIB.
Los ingresos tributarios también bajaron y en 2013 el porcentaje llegó a números negativos 1.6 por ciento, lo que representa una crisis en la recaudación de impuestos, explica Chávez Palma.
“Esto se debe probablemente a que los empresarios tienen una carga muy pesada con el aumento al Impuesto Sobre la Nómina (ISN) que se aprobó el año pasado aumentó de 2 al 3 por ciento, lo que está pulverizando a la pequeña y mediana empresa e incrementando el empleo informal”, explica.
La baja en la recaudación implica una mayor dependencia a los recursos de la federación, los cuales, sin embargo, están siendo comprometidos a través de los PPS.
Respecto a los indicadores económicos, el investigador refiere que Puebla se ubica en el tercer lugar en pobreza a nivel nacional, cuando en 2005 ocupaba el quinto lugar. Lo que también expone la situación sobre la distribución de los recursos.
“Esto se debe a una pésima distribución de los recursos públicos y la ineficiencia fiscal”, señala.
Ante este escenario, la organización nacional México Evalúa que se encarga de monitorear y evaluar a los gobiernos, encendió la alerta roja en Puebla al indicar que entre 2012 y 2014 la generación de empleo bajó de 19.5 a 19 por ciento, la productividad por hora trabajada de 510 pesos a 423.9 pesos, el bienestar social de 59.6 a 64.4 por ciento y aunque la informalidad bajó casi dos puntos, se ubica en números rojos.
Gobierno miope
En entrevista por separado, el investigador de la UAP Eudoxio Morales, profesor de la Facultad de Economía, señala que el problema son los vacíos jurídicos en la ley respecto al tema del endeudamiento, lo que deja la cancha abierta para que gobernadores como Moreno Valle “hipotequen al estado”.
“A Moreno Valle no le interesa combatir la pobreza; lo que quiere es convertir a Puebla en un centro de atracción turística en lugar de invertir en proyectos productivos. Y muchos de los recursos de la deuda se van para promocionar la imagen del gobernador porque en la cabeza del gobernador su objetivo es pelear por la candidatura a la presidencia de la República”, afirma.
Advierte que de seguir por esta ruta, la pobreza en Puebla se va a agudizar aún más y como un efecto secundario la delincuencia se va a exacerbar con las consecuencias en la seguridad de los ciudadanos.