DPA
Bogotá. Las autoridades de la ciudad colombiana de Medellín desmintieron hoy las afirmaciones de una ONG sobre una supuesta «cumbre» que narcotraficantes mexicanos y colombianos habrían celebrado hace dos semanas para coordinar acciones.
Según Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, la reunión fue entre emisarios del cártel mexicano de Sinaloa y la banda colombiana Oficina de Envigado, con el objetivo de encarar una lucha que sostienen con el llamado Clan Úsuga, uno de los principales grupos narcoparamilitares que operan en Colombia.
Quijano dijo que ahora es frecuente ver a pistoleros mexicanos y salvadoreños, comandados por un extranjero a quien se conoce con el alias de El Tatuado, haciendo patrullajes con delincuentes colombianos en los sectores marginales de Medellín donde actúa la Oficina de Envigado.
Sin embargo, el coronel retirado Sergio Vargas, secretario de Seguridad de Medellín, desmintió a Quijano y dijo que en la ciudad no se ha realizado ningún encuentro de narcotraficantes.
«Quisiéramos conocer la fuente del señor Quijano para adelantar investigaciones. Su información es poco objetiva y necesita ser precisada», dijo Vargas.
El funcionario admitió que es posible que algún mexicano esté vinculado con narcotraficantes en Medellín, pero que eso no significa que el cártel de Sinaloa opere en esa ciudad.
«No hay ningún interés de ningún cartel extranjero de querer incidir en la criminalidad en la ciudad de Medellín. Entre las organizaciones criminales, en este caso las del narcotráfico, sí pueden tener intereses comunes frente al negocio preciso del narcotráfico, no propiamente hacia el manejo de la criminalidad en la ciudad de Medellín», afirmó Vargas.
Quijano dijo que las relaciones entre el cartel de Sinaloa y la Oficina de Envigado no son nuevas e incluyen ayuda de delincuentes mexicanos mediante el envío de armas.
«Lo que sabemos es que hace unos 15 días se presentó una reunión aquí en Medellín, donde participaron representantes de alias Soto y gente de la Comuna 8 (un distrito de la ciudad). Conversaron con hombres del cartel de Sinaloa. Al parecer hubo un ofrecimiento de los mexicanos para fortalecerlos militarmente y para hacerle contrapeso a Los Urabeños (otro nombre del Clan Úsuga) y en esa medida mantener el control de territorio», dijo Quijano a la revista Semana.
«La respuesta de las autoridades es que no hay nada, que están verificando, que eso no es realidad. Dicen que si un bandido viene a ayudar a otro bandido no quiere decir que eso significa una alianza.
A mediados de 2010 planteamos la entrada de Los Urabeños a Medellín y las autoridades se han demorado casi cuatro años para comenzar a reconocerlo. Calcule cuánto se van a demorar para reconocer la llegada del cartel de Sinaloa y de otros cárteles», insistió.
