Adán García
Reforma
Morelia, México (23 septiembre 2014).- El asesinato de tres jóvenes por parte de policías municipales en Ciudad Hidalgo, en el Estado de Michoacán, encendió los ánimos de pobladores.
Decenas de personas hicieron pintas y lanzaron piedras contra el Palacio Municipal, además de que quemaron un vehículo oficial.
De acuerdo con familiares de los jóvenes, éstos salían de una fiesta cuando fueron abordados por los agentes, quienes les dispararon.
La Procuraduría local detuvo a cinco policías y los acusó por homicidio y abuso de autoridad.
«Los elementos de la Policía Municipal incurrieron en excesos al disparar contra los ocupantes de un vehículo, quienes presumiblemente habían detonado un arma de fuego en su contra», indicó la dependencia.
Argumentando que los jóvenes supuestamente habían accionado un arma de fuego, los agentes dispararon sus armas de cargo y mataron a dos de ellos en forma inmediata y dejaron herido a otro más, quien murió más tarde en el hospital.
Un cuarto ocupante logró sobrevivir, al tirarse debajo de los asientos para esquivar los disparos.
De acuerdo con las investigaciones ministeriales, tras salir de la fiesta particular, cerca de las 2:00 horas del domingo, los jóvenes conducían un vehículo con placas de Jalisco, cuando supuestamente los policías les marcaron el alto en el cruce de las calles Simón Bolívar y Leandro Valle.
«De acuerdo a la indagatoria y las pruebas periciales, los elementos de la Policía Municipal incurrieron en excesos al disparar contra los ocupantes de un vehículo, quienes presumiblemente habían detonado un arma de fuego en su contra», indicó la PGJE en un comunicado.
Señaló que a bordo de un vehículo marca Ford, tipo Fusión, color negro, quedaron sin vida dos personas de 17 años de edad. Otro más, de 18 años, falleció en el hospital.
En la parte delantera de la unidad la Policía localizó un arma de fuego, tipo revolver, marca Smith & Wesson, .38 especial, sin precisar si ésta fue accionada.
Familiares identificaron a los fallecidos como Ricardo Avilés, quien conducía la camioneta; Andrés Galván y Sergio Vilchez.
Ayer por la mañana se llevó a cabo una misa de cuerpo presente de los tres jóvenes y, por la noche, decenas de pobladores irrumpieron en el Palacio Municipal, lanzando piedras y realizando pintas en repudio por este crimen.
«Asesinos», escribieron en los muros del recinto gubernamental, el cual sufrió daños en puertas y ventanas.
En un segundo ataque, cerca de las 19:30 horas, los manifestantes le prendieron fuego a un vehículo presuntamente propiedad del Ayuntamiento.
La protesta movilizó a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), los cuales establecieron un cerco de seguridad en torno a la sede gubernamental.
Por la noche, la Policía Estatal continuaba resguardando las instalaciones municipales y brindando seguridad en las calles.
‘Rompen un vidrio y disparan’
Familiares de cuatro jóvenes que fueron baleados el domingo por policías en el Municipio de Ciudad Hidalgo, tres de ellos fallecieron, afirmaron que las victimas fueron asesinadas a sangre fría.
«Ellos iban saliendo de una fiesta y la patrulla estaba dando vueltas. De pronto se acerca a ellos y les marcan el alto. Cuando se estacionan (los policías) rompen un vidrio y sin más disparan», relató el hermano de una de las víctimas.
El familiar detalló que el conductor de la unidad murió de un balazo en la cabeza, el cual tuvo orificio de salida y penetró en otro de los ocupantes.
«Los policías empiezan a disparar desde antes (que los jóvenes descendieran). Cuando se ponen de frente quiebran un vidrio y empiezan a disparar», sostuvo.
De acuerdo con el testimonio, los policías no iban en un vehículo con logotipos visibles, sino en una camioneta Ford de color blanco y vidrios polarizados.
«No había retén ni nada. Ellos (los jóvenes) iban saliendo de una fiesta», insistió.
Familiares rechazaron la versión de que uno de los jóvenes haya accionado un arma de fuego.
«Es extraño porque un chavo que se supone que fue el que accionó tiene los dedos de la mano quebrados. Esta lesión fue hecha post mórtem», aseguró el hermano de uno de los fallecidos.