Isaín Mandujano
Proceso
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Activistas e investigadores advirtieron hoy que la entidad se encuentra en “estado de emergencia” por el incremento en la obesidad y la diabetes a causa del alto consumo de refrescos.
En rueda de prensa, los activistas urgieron a las autoridades estatales y federales a invertir más recursos en el combate a esas enfermedades, sin demerito de las acciones orientadas a erradicar el consumo de bebidas azucaradas.
En la presentación del video Dulce agonía, que expone el grave problema de salud pública que representa el consumo de refrescos, sus promotores dijeron que ello ha disparado los casos de obesidad y diabetes.
México es, advirtieron, el primer consumidor mundial de Coca Cola, y Chiapas es el estado donde más se consume, en particular los municipios de indígenas de los Altos de Chiapas y San Juan Chamula.
Marcos Arana Cedeño, director del Centro de Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos y Defensoría del Derecho a la Salud; Jaime Page Pliego, investigador de la UNAM; Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, y Amaranta Rodríguez, de Cacto Producciones, urgieron al gobierno de Manuel Velasco a que aplique una política integral que logre la disminución de la “epidemia” de obesidad y diabetes.
Calvillo advirtió que “a pesar de la situación de pobreza que se vive en Chiapas, el estado ocupa el lugar 13 en obesidad y 31 en desnutrición, siendo una bomba perfecta para una catástrofe en salud”.
Es urgente, abundó, “realizar una campaña de consumo de agua, además de hacer conciencia de las consecuencias desastrosas del consumo de refrescos, en especial de Coca-Cola, por su alto contenido de azúcar. Probablemente la mayor adicción a Coca-Cola se dé en las comunidades indígenas de Chiapas”.
Según estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la entidad seis de cada 10 adultos sufre obesidad y sobrepeso; el problema se presenta en 27% de los adolescentes (de 12 a 19 años), y en 16.7% de la población de cinco a 11 años.
También señalaron que la obesidad y el sobrepeso en la entidad se están convirtiendo en un riesgo para el presupuesto de la Secretaría de Salud, al estimarse que 60% de la población local padece uno de estos dos males.
Las regiones con mayor detección de estos padecimientos en el estado, según cifras del Inegi, son la zona Costa, Frailesca y Centro.
En hombres y en mujeres se ha detectado un aumento en la prevalencia de diabetes en las personas que se sitúan entre los 40 a 59 años de edad (9.2 y 14.6%, respectivamente), y en la población de 60 años o más fue 1.2 veces mayor.
En las mujeres de 40 a 59 años y en las de 60 años o más fue 18.3 y 12.9 veces mayor que en la población de 20 a 39 años.
Además, los adultos chiapanecos que han sido diagnosticados con este mal han pasado de 3%, en 2000, a 5.6%, en 2012, es decir, casi el doble en lo que va de dos gobiernos estatales.
Paige Pliego resaltó que “los datos de campo recabados en investigación sobre diabetes mellitus entre los mayas que habitan en las cabeceras municipales de Tenejapa, Chamula y San Cristóbal apuntan hacia la importancia que ha adquirido el consumo de refresco, específicamente Coca Cola, en la génesis y agravamiento de obesidad y diabetes.
“Las narrativas de los diabéticos sin antecedentes familiares sobre la enfermedad arrojan una clara vinculación a un intenso consumo de refresco previo a la aparición de la sintomatología”, alertó.
Una de las razones principales de esta situación, aparte de la intensa mercadotecnia, destacaron los activistas, es que el consumo de este refresco forma ya parte de los rituales indígenas, como se muestra en el documental Dulce agonía. Incluso, denunciaron, se ha llegado al grado de que el “destete” se hace con Coca Cola.
El investigador Marcos Arana dijo que el impuesto al consumo de bebidas azucaradas embotelladas es una medida importante adoptada por el gobierno federal, sin embargo, en un franco desafío a esta decisión, las compañías refresqueras, principalmente Coca-Cola, han rebajado sus precios para alentar el consumo de sus productos entre las comunidades indígenas.
Las autoridades estatales, acusó, en lugar de cumplir con su responsabilidad de proteger la salud de la población, han permitido que en todas las oficinas de gobierno, incluyendo hospitales, se instalen máquinas expendedoras de refrescos, acción con la que descalifican de facto los esfuerzos para contener la “epidemia” de obesidad y diabetes.
La presentación de Dulce agonía, acotaron sus promotores, debe ser vista como un llamado a las autoridades, a la academia y a la sociedad civil para emprender “acciones que frenen los estragos derivados del elevado consumo de refrescos entre la población chiapaneca”.